Denuncian que desde el inicio de la actividad minera hace seis años no perciben pluses por nocturnidad, peligrosidad, trabajo en días festivos, turnos de 12 horas o que no pueden elegir vacaciones ni días libres, una situación que sufren unos 120 trabajadores, casi todos con cargas familiares
Los delegados sindicales del Comité de Empresa de la mina de tungsteno que explota la empresa Saloro, en Barruecopardo, advierten que la plantilla de trabajadores irá a la huelga si no se atienden sus reivindicaciones en el nuevo convenio colectivo.
Estas reivindicaciones hacen referencia al reconocimiento de pluses por nocturnidad, trabajo en fines de semana y festivos, peligrosidad, turnos, vacaciones con posibilidad de elección, o trabajo en días festivos nacionales, cuestiones que “la empresa se niega a reconocer económicamente”, lo que no quieren pensar que el motivo se deba a ser trabajadores residentes en una zona deprimida y con escasas posibilidades de empleo.
La situación afecta a unos 120 trabajadores desde el inicio de la producción de la mina hace seis años “la mayoría con cargas familiares, hipotecas…”, y que necesitan un salario para sacar adelante a sus familias: “Esperábamos que con el paso del tiempo las condiciones mejorasen pero no ha sido así, ni siquiera la subida que nos ofrecen llega al IPC”, asegura Montse Freixa, portavoz sindical del Comité de Empresa.
“Trabajamos de noche sin cobrar plus de nocturnidad; fines de semana y festivos sin que se nos reconozca económicamente; deberíamos cobrar por peligrosidad, tanto por el trabajo con explosivos como por el alto riesgo de contraer cáncer por sílice (silicosis)”, pues recuerdan que la mina de Saloro en Barruecopardo fue declarada, en enero de 2022, de nivel 1 de peligrosidad por sílice. A lo anterior, añaden que “hacemos turnos de 12 horas, no tenemos derecho a elegir vacaciones ni días libres; los festivos nacionales trabajados ni se compensan económicamente ni con días de disfrute”, unas condiciones de empleo que –aseguran- “han rechazado más de 200 personas” tras los primeros días de trabajo, lo que hace que la plantilla actual en la mina sea un tercio de la necesaria: “Estamos trabajando bajo mínimos. Una vez que conocen las condiciones, nadie quiere venir a trabajar, están unos días y se van”.
Esa falta de personal, denuncian los delegados sindicales, “quieren suplirla ahora con estudiantes en prácticas, por eso han firmado recientemente un convenio con la Universidad de Salamanca. Van a traer estudiantes para trabajar por un salario de 700 euros”, aseguran.
Entre tanto, los trabajadores de Saloro en Barruecopardo aseguran estar “cansados” de perder poder adquisitivo cada año, y aunque señalan que es una decisión difícil por la situación que viven muchas familias de empleados, “estamos decididos a ir a la huelga si no se atienden nuestras reivindicaciones”.
Pero antes tomar esa decisión intentarán agotar todas las vías de diálog: “Vamos a promover la mesa paritaria y después se llevará al SERLA para intentar desbloquear la negociación, y si no atienden nuestras peticiones se parará la producción de la planta, porque las máquinas no funcionan sin personal, y la empresa parece haberle dado prioridad a la maquinaria en lugar de invertir en las personas que las hacen funcionar”, sentencian.