La esperanza ha vuelto, ha gritado Michelle Obama en la convención del partido demócrata (ya, ya sé que nos pilla lejos, pero como ejercicio de alta política yo se la pondría en bucle a los nuestros) y que están de vuelta gritan gentes variopintas como Cristiano Ronaldo, ahora reconvertido en Youtuber, o Carles Puigdemont, aunque sus vueltas son tan fugaces que se confunden con las idas. De vuelta están los ciclistas de la Vuelta a España y de vuelta están ya miles de trabajadores en sus puestos; en pocos días, también de vuelta las criaturas a los colegios, para alivio de sus padres y no tanto de sus sufridos profesores, a quienes les aseguro que dos meses de descanso no reparan el desgaste que significa enseñar en estos tiempos recios. Yo también estoy de vuelta en mi puesto de trabajo desde hace varios días y proclamo que el mito de Sísifo está para contarlo como anécdota y para padecerlo como persona de esta raza humana que solo es una, aunque los racistas (que también están de vuelta y anidan entre nosotros) proclamen continuamente que hay varias.
Sísifo, para los no iniciados: aquel rey de Éfira, hijo de Eolo, a quien castigaron a empujar una enorme roca hasta la cima de una montaña; justo antes de llegar a esa cima, la roca se despeñaba y había que volver a empezar; el hombre no hacía otra cosa mientras se sucedían sus días sin que la roca llegara a donde tenía que llegar. Así lo contaba la Odisea y así se lo cuento yo, para que, no solo no tengan que leer la Odisea (que ustedes se lo pierden) sino que también se ahorren hasta la visita a la Wikipedia. Sísifo, como ejemplo de castigo, era de una crueldad moderada y, ya les digo yo, que Sísifo ha vuelto y, como el racismo, también habita entre nosotros.
Sísifo vuelve cada mes de septiembre a recordarnos lo principal: que lo de las vacaciones pagadas es un lujo que disfrutamos en España desde 1931, gracias a la República, y que en muchos países europeos no consiguieron hasta mucho después de que acabara la Segunda Guerra Mundial. Esas vacaciones pagadas que permiten que nos vayamos de viaje porque sí, no para encontrar otro trabajo o escapar de un infierno de bombas y escombros; Sísifo viene a recordarnos que a pesar de lo que nos podamos lamentar de turistas y playas repletas, pertenecemos aún a la franja humana que tiene vacaciones pagadas, y eso ya merece una celebración; que como todas las celebraciones termina donde empezó: volviendo a la rutina inicial.
Sísifo, por estas tierras nórdicas, suele traer mucha lluvia y días que se acortan sin remisión, unos fríos repentinos que nos encaminan hacia el botón de la calefacción mientras en España inauguran el famoso “Veroño”, que últimamente también vuelve cada año, otro Sísifo. Con todo ello, Sísifo nos trae de nuevo calles embotelladas, facturas atrasadas por pagar, conflictos bélicos que se enardecen, parlamentos que retoman la actividad y con ello, el griterío mediático; y de vez en cuando, una de esas DANAS (antiguamente borrascas) que dejan tras de sí un río de fango y dan por clausurado el verano.
Sísifo no perdona en septiembre y yo, a este mes de las vueltas le tengo más miedo que a un nublado porque salvo un año, que por razones laborales me llevó hasta Nueva York, todos los demás me ha traído enfermedades, ausencias, malas noticias, malos tragos y, en el mejor de los casos, la vuelta al cole y la vuelta al trabajo, que ninguna de esas dos vueltas es bien recibida. Yo arrancaría esa hoja del calendario sin ningún miramiento, o me metería en una cueva para hibernar antes de tiempo en ese mes horripilante que tiene al menos la decencia de ser de los cortos de treinta días. A ver si se pasa con rapidez.
¿Tienen ustedes la sensación de que en septiembre tienen que subir una enorme pendiente con una piedra que, inevitablemente, rodará cuesta abajo cuando estén a punto de llegar a la cima? Bienvenidos. Si no padecen este trauma, problema, molestia o sensación (ya ven que les doy todas las posibilidades) probablemente sean ustedes agraciados pensionistas, quedan eximidos de la lectura de esta columna.
Concha Torres
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