Dentro de este bloque cosechó un rotundo éxito Perigallo Teatro con ‘Por voluntad propia’
Después del gran maratón del miércoles con hasta 8 representaciones en la franja de tarde, la del jueves fue ‘un poco’ más tranquila, al contar con seis, que tuvieron como punto de partida el 2º pase de la jornada en la Sala Tierra de Hacer torrijas como acto de resistencia, que se había estrenado de forma absoluta a última hora de la mañana (en ambas ocasiones con gran asistencia de público).
Este montaje es responsabilidad de Marcos Martincano, quién a través principalmente del baile, realizó un viaje en el tiempo para relatar su historia personal y familiar en el Valle del Tiétar abulense, siendo el objetivo ‘reconectar’ con las raíces perdidas y reivindicar el potencial de la tradición de cara al futuro. El final de este montaje enlazó en el Espacio en Rosa con el inicio también del 2º pase del día de La Selva de Teloncillo Teatro.
La cita diaria de las tardes en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal fue en esta ocasión con la comedia, de la mano de una compañía muy vinculada a la Feria en las últimas ediciones, Perigallo Teatro, que mostró su nuevo montaje Por voluntad propia, que está protagonizado por dos personajes (interpretados por Celia Nadal y Javier Manzanera) que precisamente reflexionan sobre su condición de personajes, debatiéndose entre dejar de ser ‘lo escrito’ que les guía o convertirse en personas ‘por voluntad propia’.
La tarde del jueves continuó con dos espectáculos simultáneos: el estreno absoluto en el Palacio de Los Águila del montaje Mujeres y vanguardias de Olaya Hernando y María San Miguel; y el primer pase (habrá otro este viernes) de Una parte de mi, de O Último Momento, que ha recalado en la Feria mirobrigense en virtud de su convenio de colaboración con la Feria Ibérica de Teatro de Fundao.
El bloque de la tarde del jueves se redondeó en el Espacio Afecir, con una revolucionaria adaptación (coproducción entre la compañía Entrearte Al-Badulake y el Festival de Teatro Clásico de Cáceres) de un clásico como es La vida es sueño de Calderón de la Barca.
En este caso el protagonista, Seg (interpretado por Luis Valle), hace un recorrido inverso al de Segismundo en la historia original, ya que cree vivir en libertad y en plena posesión de su identidad, pero va siendo atrapado por sus miedos e inseguridades, que lo envuelven en una red en que las diferentes plataformas y redes sociales distorsionan la verdad mediante una vida en paralelo que le lleva a quedar encerrado en ‘La Torre’, elemento central de la escenografía.