Al escuchar nuestras canciones favoritas, muchos beneficios llegan por sí solos, para una sesión de meditación se suele hacer uso de música más calmada, generalmente instrumental.
La meditación es, probablemente, una de las prácticas más antiguas. Tanto así, que es complicado dar con un lugar y una fecha exacta de cuándo se originó, debido también a las diferentes maneras que tiene de practicarse. Sin embargo, se ha esparcido por el mundo y todas las culturas como una clave para encontrar la paz interna, un concepto que se busca constantemente debido a sus múltiples beneficios positivos en la salud mental e incluso física de las personas.
¿Por qué la gente la practica? Bueno, existen muchas cosas positivas que podemos obtener de la meditación, como:
1. Reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés).
2. Mejorar la capacidad de concentración.
3. Promover la conciencia personal, así como la aceptación propia.
4. Mejorar la inteligencia emocional, en especial el manejo de emociones fuertes como el enojo, la ansiedad y la depresión.
5. Reducir la presión arterial y fortalecer el sistema inmune.
6. Mejorar la calidad de los ciclos de sueño y el descanso.
7. Aumentar la capacidad de la resiliencia.
8. Fomentar actitudes de calma y bienestar como la compasión, el no juzgar y el agradecimiento.
Gracias a la popularidad de la meditación ya sea guiada o de manera personal, se han desarrollado múltiples técnicas y herramientas que permiten que sea mucho más sencillo acceder a esta maravillosa actividad, que se puede realizar de manera grupal, individual ¡y en pareja! Uno de los elementos clave en la meditación, es la música.
La música juega un papel clave en múltiples actividades que requieren concentración, ya sea desde estudiar hasta una experiencia psíquica. De hecho, no es de extrañar que los psíquicos y espiritistas hagan uso frecuente de cierto tipo de música durante sus sesiones o prácticas, ya que influyen directamente en el ambiente y el estado de conciencia, o bien en la conexión que se establece con el mundo espiritual.
De hecho, incluso si muchos psíquicos o videntes pueden no hacer uso de la música y asegurar que esta no tiene efecto alguno en su conexión con las experiencias psíquicas, aquellas relacionadas con las prácticas de chamanes o sacerdotes de tribus y pueblos indígenas suele acompañarse de música de viento o percusiones. Si quieres más información, puedes revisar la página de psiquicos.net para conocer más sobre el aspecto psíquico de la realidad.
Ahora bien, ¿por qué es realmente importante la música para encontrar la paz interna? Por un lado, puede ser que propicia un estado de relajación, pero también podemos ver que va de la mano con las ventajas que se encuentran dentro de la meditación y podría tomarse como un refuerzo positivo en las ventajas que ya encontramos. Podemos ver, entonces, que los efectos buenos que tenemos de la música son:
Podemos ver que, al escuchar nuestras canciones favoritas, muchos de estos beneficios llegan por sí solos, sin embargo, para una sesión de meditación se suele hacer uso de música más calmada, generalmente instrumental, para evitar ciertas distracciones como evitar cantar una letra que te encanta. En casos así, existen ciertos instrumentos que son más adecuados, tanto en grabaciones como de manera presencial, como pueden ser los cuencos y las campanas tibetanas (instrumentos metálicos cuyos sonidos pueden producir un estado profundo de relajación y enfoque mental), las flautas nativas americanas con sus suaves sonidos que crean atmósferas tranquilas y los tambores chamánicos, conocidos principalmente por su uso en rituales y tradiciones de origen indígena, cuyo ritmo marca lo que sucede a lo largo del ritual y representa la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual.
¡Es hora de comenzar a meditar! Basta con buscar algunos consejos para principiantes y, si no tienes tiempo para hacerlo en una clase presencial, siempre puedes buscar a alguna clase en línea que te pueda guiar en tu viaje de búsqueda de paz interior. Si usas música o no, ¡tú decides! Pero es momento de que nada te detenga de conectar contigo mismo y con el universo. ¿Quién sabe? Podría ser tu siguiente gran aventura.