La despoblación avanza a pasos agigantados desde hace décadas en la provincia; solo se salvan unos pocos municipios
Pocos nacimientos, abandono del medio rural, pero también del urbano, migración hacia otras ciudades y países, una población envejecida… Salamanca es una de las provincias que más representa a la denominada ‘España vaciada’, una realidad que cada vez se agudiza más. La despoblación avanza a pasos agigantados desde hace décadas; solo se salvan unos pocos municipios, sobre todo los más cercanos a la capital, y no todos, y alguna cabecera de comarca.
La provincia de Salamanca tiene 326.415 habitantes en sus 362 municipios, según los datos del INE a 1 de abril del presente 2024. Es la segunda provincia de España, tras Burgos, con más localidades, aunque mayoritariamente son pequeñas.
El número de mujeres supera al de los hombres: 168.273 y 158.142, respectivamente. Por nacionalidades, tienen la española 305.715 personas mientras que 20.700 son extranjeros.
Una población envejecida, donde más de la mitad, 179.898, tienen entre 49 y 79 años. Por grupos de edad, el más numerosos es el de 55 a 59 años, con 26.484 personas, y el de 60 a 64 años, con 25.788. Si agrupamos grupos de población, encontramos que menores de 19 años hay 49.456; entre 20 y 39, 63.624; entre 40 y 59, 95.865; de 60 a 79 años 84.033; y de 80 y más años, 33.437. Un envejecimiento que también se debe al incremento de la esperanza de vida.
En la provincia salmantina hay 146.722 hogares, con un tamaño medio de dos personas (2,20). Destaca la cifra de las personas que viven solas, nada más y nada menos que 52.969; los hogares de dos personas 43.263, de 3: 26.791, de 4 y más: 23.699.
Además de las migraciones, se pierde población por un crecimiento vegetativo negativo en el conjunto de la provincia, aunque no en todas las localidades. Fallecen más personas que nacen. Según los últimos datos del INE, en la provincia fallecieron 4.402 personas en 2022 mientras que nacieron 1.745,
326.415 habitantes tiene la provincia a 1 de abril del presente 2024. Una cifra que se mantiene muy similar en los últimos cuatro años; así en esa misma fecha estaban censados 326.898 habitantes en 2021, 326.114 en 2022, y 326.687 en 2023. Tan solo en enero de 2021 y de este año se ha pasado de los 327.000 habitantes (327.735 y 327.162, respectivamente).
Si nos vamos muy atrás en el tiempo, los años 40, 50 y 60 del pasado siglo fueron los mejores en cuanto a cifras de población se refiere. En el año 1900 los 320.765 habitantes que registraba entonces la provincia salmantina fueron creciendo hasta alcanzar tope en los años 50, concretamente en 411.963 en 1950; a partir de ahí, fue en caída hasta cerrar el siglo con los 351.128 habitantes de 1999.
Ya en el presente siglo, en la primera década del 2000, la población sufrió altibajos en torno a los 350.000 habitantes, registrando la cifra más alta en 2009 con 354.608. Desde entonces la caída es constante; Salamanca ha perdido 28.163 habitantes desde ese año; 26.569 en los últimos 20 años.
La pérdida de población la sufren sobre todo los municipios más pequeños desde hace más tiempo, con la migración interior que se dio en la provincia del entorno rural a las cabeceras de comarca o la capital y también al exterior. Pero ya no se ciñe solo a las localidades más pequeñas, desde hace décadas lo sufre la capital, la mayoría de las cabeceras de comarca, ciudades grandes como Ciudad Rodrigo o Béjar, e incluso Santa Marta.
La capital salmantina, según los datos del INE entre 1996 y 2023, ha pasado de 159.225 a 143.954 habitantes. Béjar ha perdido en ese periodo más de 4.000, Ciudad Rodrigo 3.000… La búsqueda de una oportunidad laboral es el principal motivo por el que los salmantinos emprenden una nueva vida lejos de sus pueblos y ciudades; ahora la mayoría no se va a otra localidad más grande dentro de la provincia, sino que ponen rumbo a otras zonas de España y a otros países. Casi el 90% de los municipios ha perdido población en las últimas dos décadas.
Dentro de esta realidad mayoritaria, existe otra minoritaria. No todos los municipios salmantinos pierden población; la ganan varias decenas de ellos, entre los que destacan los municipios del alfoz de la capital, sobre todo Carbajosa, Villamayor y Villares, que entre los mencionados años han crecido en varios miles de habitantes. También han aumentado, pero en menor medida, Aldeatejada, Cabrerizos, Carrascal de Barregas, Castellanos de Moriscos, Doñinos de Salamanca, Monterrubio de Armuña o Pelabravo, entre otros. La provincia solamente tiene cuatro municipios que superan los 10.000 habitantes: Salamanca capital con 143.954; Santa Marta de Tormes 14.683 (con un gran crecimiento desde 1996 hasta 2014, cuando superó los 15.011); Béjar 12.021 (en 1996 tenía 16.662) y Ciudad Rodrigo, con 11.820 (tenía 14.901 en 1996).
Otros seis municipios superan los 5.000 habitantes. Carbajosa de la Sagrada, que ha pasado en el mencionado periodo de 1996 a 2023 de 1.126 a 7.555; Villamayor, de 2.337 a 7.539; Villares de la Reina, de 1.920 a 6.576; Peñaranda de Bracamonte, con los actuales 6.079, pero que alcanzó 6.800 en 2012; Guijuelo, con 5.484 habitantes, aunque en 2011 contaba con 6.050; y Alba de Tormes, que llegó a los 5.041 en 2011 y tenía 5.058 en 2023.
Las cifras de población son tan variadas como la cantidad de municipios que tiene la provincia salmantina. Pero es significativo que más del 60% tenga menos de 500 habitantes y que haya una veintena que no llega a 50; y son censados, porque lo de vivir allí, eso ya es otra cosa (pinchado aquí, puedes ver el artículo sobre 'La Salamanca más vaciada'). Localidades que en su día rondaban el millar de habitantes, hoy apenas superan los 200, mientras que algunos municipios con 200 no pasan de unas decenas; y al contrario, pero muy escaso, poblaciones que hace años no pasaban apenas de 200 vecinos ahora superan los 5.000.