Máximo trofeo para Rafael Cerro acogido por el público extremeño

Moraleja se encuentra en el ecuador de sus fiestas en honor a San Buenaventura con una importante visita de forasteros durante el fin de semana.

Los festejos taurinos son otro de los alicientes en la agenda de actividades hasta el próximo lunes 15 de julio.

En la tarde sabatina tuvo lugar el segundo festejo taurino con la intervención de Manuel Jesús Cid Salas “El Cid”, David Fandilla Marín “El Fandi” y Rafael Cerro, que lidiaron toros de la ganadería de Carmen Valiente participantes en el encierro de la mañana.

La tarde no comenzó con el mejor pie, pues el primer morlaco tuvo que ser sacrificado sin poder hacer faena al romperse un cuerno.

Con un nuevo astado en la plaza abriría boca 'El Cid', recibiendo con capotes largos perdiendo la oportunidad de haberse lucido un poco más.

Tras brindar al público, el sevillano comienza su tanda de muletazos que tiene que rectificar a media altura, pues el Carmen Valiente no aguantaba la muleta baja por falta de fuerzas.

Probó varias formas de toreo, cambiando de mano y por ambos pitones sin tener mucho éxito, pues la buena presencia del toro nada tuvo que ver con el comportamiento en la lida, no pudiendo arrancar un pase bueno al 56 de Carmen.

Una buena estocada le sirvió a 'El Cid' a recibir ovación en su primero de la tarde.

El sevillano tendría que haber toreado el cuarto toro de la tarde, pero un compromiso de El Fandi que tuvo que marcharse antes de terminar el espectáculo, 'El Cid' tuvo que atreverse con el quinto de la tarde; un cuatreño negro marcado con el 81 que esta vez sí que lució capote para los pocos pases que le dio al toro, lo estaba haciendo tan bien que el público quedó con ganas de alguno más.

Brindis a Ortega Cano, que se encontraba entre el público para salir 'EL Cid' con decisión y ganas de torear, sabiendo que con su anterior no había podido lucirse. Salió ese torero que llevaba dentro, estando también Jesús Cid más a gusto con este morlaco con en que tuvo que emplear todo su conocimiento, sabiduría y plante, con un ejemplar que nada tendría que ver con sus hermanos. Como decimos, 'El Cid 'mostró su saber estar en este 5º de la tarde terminando con un desplante en una faena que el torero quiso alargar para arreglar lo del anterior toro.

Media estocada daría muerte al animal con premio de dos orejas, que serían los trofeos mejor ganados hasta ese momento.

Turno para 'EL Fandi', que en su primer toro estuvo mucho más esmerado que su predecesor en el primero, recibiendo con medias verónicas, chicuelinas y delantales, animándose a poner 4 pares banderillas arrancando los aplausos del público asistente.

Brindis al novillero con picadores Pepe Luis Cirugeda, compañero de 'El Fandi' en los tentaderos de campo.

Ya intuía David Fandilla que el toro no iba a tener el comportamiento que en apariencia presentaba el de Carmen Valiente, pues ya no dejó que apenas le rozara la puya en la suerte de varas.

Recibió de rodillas con mucha entrega El Fandi, estudiando el comportamiento del animal, dándole sus tiempos e intentando arrancar buenos pases que el cornúpeta no estaba dispuesto a dar, comenzando entonces el granadino a hacer florituras para entretener al público y arrancar de esta forma algún aplauso. No estaba siendo culpa del torero, fue el toro que al igual que sus hermanos, son toros de buena presencia pero esta tarde no estaba siendo buena para la ganadera.

Pinchazo, estocada desviada a la izquierda pero efectiva.

Dos orejas

Se adelantó 'El Fandi' de turno porque se tenía que ir, con lo cual toreó el 4º de la tarde en vez el 5º sin salir por la puerta grande, pero la portátil de Moraleja nada quita ni pone, con lo cual otros menesteres más importantes tenían cuenta.

Un embiste del 64 de Carmen al caballo en la suerte de varas tumba al equino sin mayores consecuencias. Vuelve a poner banderillas, cosa que le encanta al público, mientras tanto el toro remata en tablas mostrando bravura que luego no sería tan efectiva con la muleta.

Recibió el de granada con la mano derecha tirando de naturales, cruzándose de lejos, busca su sitio sin encontrarlo, queriendo El Fandi hacer mejor faena de la que se le puede sacar al animal, vuelta de nuevo a los adornos y florituras para mantener contentas las gradas. Fueron más las posturitas y adornos que la faena hecha, pues el astado no ayudaba. Dio muerte de una sola estocada. Una oreja.

Rafael Cerro fue el niño mimando de la tarde, estaba con su gente y, los extremeños se arropan mucho entre ellos, pero no puede haber esa diferenciación tan grande y menos antes de hacer faena, solo con pisar el albero.

La verdad que el público tenía sus ojos puestos en el extremeño, y este lo sabía, por lo tanto lo cargaron de responsabilidad antes de entrar en faena.

Un tercero de la tarde con el mayor trapío hasta el momento, otro cuatreño castaño que recibe Rafael con ganas y esmero vestido de blanco y oro.

Brindis al público para dar comienzo a la faena llevando a su contrincante al centro del coso.

Con la capa baja el toro se caía, con lo cual hubo que torear casi a media altura, sin que quedara feo. Este toro al igual que sus hermanos parecía una cosa en el capote y a la salida de toriles, pero otra bien distinta en la lidia.

Las tandas iban de más a menos, por lo que Cerro no pudo lucirse como él quería.

Pinchazo y estocada que salió por un costado, aunque estaba en buen sitio para dar muerte, eso disimuló el fallo de la estocada que rápidamente la cuadrilla solucionó al percatarse.

El público como estaba entusiasmando con su paisano no fue consciente y le regalaron dos orejas.

Con el sexto de la tarde tuvo más suerte aunque no fue fácil. Sale del toril un ejemplar de pelaje castaño más recogido pero con muy buena estampa que Rafael recibe de rodillas pudiendo lucir con medias verónicas. Recibe con muleta de nuevo de rodillas para arrancar los aplausos de sus paisanos pero como toda la tarde, la muleta abajo estos animales no la aguantan. Eso sí, a este ejemplar de sobraba nobleza, por lo que el extremeño optó por arrimarse y dar los pases muy cercanos. Un animal sin peligro que Rafael Cerro supo sacarle partido. Encontrándose torero y público a gusto con este toro carretón con buena faena sin engaño, pero como decimos sin peligro para un profesional.

Una única y buena estocada le llevó al máximo trofeo e la tarde.