El Regimiento de Especialidades de Ingenieros Nº11 de Salamanca volvió a ser el encargado de encabezar los actos
Horas después de la fantástica victoria en la noche del martes de la Selección Española Masculina de fútbol en la semifinal de la Eurocopa de Alemania frente a Francia, Ciudad Rodrigo recordó en la mañana del miércoles a los que no tuvieron tanta suerte frente a los franceses hace 214 años, pese a resistir dos meses y medio de durísimo asedio, y acabaron muertos por defender la ciudad de las ansias de conquista de Napoleón Bonaparte.
En este sentido, a lo largo de la mañana del miércoles tuvo lugar el ya habitual homenaje a “los que dieron su vida por España, en especial a los caídos en la Guerra de la Independencia”, como se explicó al inicio del acto militar desarrollado en la Plazuela de Herrasti en el marco del último día de las IV Jornadas Napoleónicas de Ciudad Rodrigo, dedicado a honrar la memoria del General Andrés Pérez de Herrasti, quién no tuvo más remedio que capitular la ciudad el 10 de julio de 1810.
Este acto militar siguió el mismo guión que en años anteriores, estando encabezado por el Regimiento de Especialidades de Ingenieros Nº11 de Salamanca, y dentro del mismo, por su Coronel Jefe, Luis Fernando Núñez Allué, que se encargó de presidir la conmemoración, tras entrar en escena siguiendo el protocolo instantes después de que lo hiciese desde la calle Estacadilla la fuerza militar participante, la Sección de Honores del REI Nº11.
Esta Sección de Honores se desplegó a las puertas del Seminario Diocesano (cuya fachada estaba adornada para la ocasión), pasándoles revista Luis Fernando Núñez Allúe, que a continuación se dirigió al otro lateral de la Plazuela de Herrasti. Como es costumbre, al acto asistieron descendientes de quién le da nombre a la Plazuela (y a quién está dedicado el monumento situado en su parte central): Andrés Pérez de Herrasti Goyeneche, Juan Pérez de Herrasti Goyeneche y Pilar Pérez de Herrasti Goyeneche (junto a su esposo Augusto Vila Barrón).
Los descendientes de Herrasti se colocaron junto a la larga hilera de autoridades civiles y militares presentes. A nivel político, asistieron la práctica totalidad de la Corporación Municipal de Ciudad Rodrigo encabezada por el alcalde Marcos Iglesias, los diputados provinciales Gerardo Marcos, Ángel Peralvo y Mario Cavero; la subdelegada del Gobierno en la provincia, Rosa López Alonso; y el secretario de la Delegación de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Fernando Díaz Torres.
A nivel militar, se contó con el Coronel Jefe de la Base Aérea y Director de la Escuela de Matacán, Francisco Javier Mendi Pompa; el subdelegado de Defensa en la provincia, Emilio García Herrera; y los integrantes de la Hermandad de Veteranos José Antonio Carrasco Menéndez (presidente Coronel), Manuel Albo García (vicepresidente Capitán) y Ángel Álvarez Marcos (secretario Teniente Coronel).
Asimismo estuvieron el Capitán de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo, Pablo Javier Gatel Ruiz de Gordejuela; el jefe de la Policía Local mirobrigense, Narciso Caridad; la embajadora de la Marca Ejército, Isabel Bernardo; el Obispo de la Diócesis Civitatense, José Luis Retana; y el presidente del Cabildo Catedralicio, Ángel Martín Carballo.
El acto en sí (que duró unos 20 minutos, ya que como el año pasado no contó con discursos) tuvo dos componentes principales. En primer lugar, se izó en el mástil situado junto a la Brecha Grande una bandera de España por parte de dos soldados del Regimiento de Especialidades, mientras la Banda de Guerra del citado Regimiento interpretaba el Himno Nacional.
A continuación, se procedió al homenaje a los caídos, consistente, mientras se encendía un caldero, en el depósito de una corona de laurel a los pies del Monumento a Herrasti por parte de Luis Fernando Núñez Allúe y Andrés Pérez de Herrasti. En ese solemne y respetuoso momento, José Luis Retana pronunció un responso en memoria de las víctimas, mientras que los integrantes del REI dispararon unas salvas. Como cierre del acto, se cantó el Himno de Ingenieros.
En ese momento, se dio paso al desfile de la fuerza militar hasta la Plaza Mayor. Para ello, salieron con anterioridad de la Plazuela las autoridades, para llegar a la Plaza y colocarse en los lugares designados. Este desfile hizo que hubiese muchas más personas que se impregnasen de la conmemoración de la mañana del miércoles, ya que el acto de la Plazuela, al celebrarse en día laborable, volvió a tener una asistencia ‘baja’ (entre los espectadores estuvieron los niños del Campamento Urbano de Verano del Ayuntamiento).
En la Plaza Mayor, la tropa militar pasó por delante de todas las autoridades, entre las cuales ocuparon un lugar destacado Luis Fernando Núñez y Marcos Iglesias, quienes a continuación se acercaron a despedir a las tropas para dar por concluida la parada militar.