Las fundas para el edredón o nórdicos son una buena solución práctica para mantener la higiene de la cama, pues se pueden lavar con frecuencia, como unas sábanas clásicas. Pero lavar el relleno ya es más complicado: sin embargo, ahora que llega el buen tiempo es el momento de hacerlo y, al igual que guardamos abrigos y botas, dejar descansar a nuestro nórdico. OCU ofrece una serie de consejos para conservar nórdicos y edredones lo mejor posible.
Mejor guárdalo limpio
¿Cómo podemos mantener limpio el edredón que nos ha acompañado en las largas noches de frío?
Un cuidado adecuado de tu edredón o relleno nórdico es esencial para que conserve sus propiedades y garantizar un descanso cómodo y saludable. La frecuencia con la que debes lavarlo depende en gran medida de tu estilo de vida y preferencias personales.
- Como regla general, se recomienda lavar el nórdico al menos una vez al año para mantenerlo limpio y fresco. Esto ayuda a eliminar el polvo, los ácaros del polvo y otros alérgenos que pueden acumularse con el tiempo
- Para saber cómo limpiarlo, antes nada, es importante saber el tipo de relleno que tiene: algunos edredones se pueden lavar en casa, mientras que otros requieren limpieza en seco o lavandería profesional: comprueba la composición en la etiqueta.
- En esa misma etiqueta encontrarás también las recomendaciones dadas por el fabricante. Síguelas, o toma nota de estos consejos, con los que alargarás la vida de tu edredón.
Lavado cuidadoso y suave
Si tu edredón nórdico es lavable en casa, asegúrate de usar una lavadora grande para evitar que se dañe durante el lavado.
- Utiliza un detergente suave.
- Evita blanqueadores y suavizantes: pueden ser demasiado fuertes para las fibras delicadas de algunos edredones y nórdicos, especialmente los de plumón o plumas, cuya forma y suavidad originales pueden resistirse. Además, pueden dejar residuos químicos que pueden causar irritación en pieles sensibles
- Tanto si es de pluma o plumón como si es sintético, selecciona un programa de lavado para prendas delicadas y una temperatura fría o templada. Para asegurarte de eliminar completamente el detergente, puedes realizar un aclarado extra si está disponible en tu lavadora.