La entidad cerró el año con un déficit de 11.544,78€, al mermar la financiación externa y dividirse la solidaridad de la población de la Diócesis
Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo abrió en la mañana del lunes la Semana de la Caridad que promueve todos los años con motivo de la celebración de la festividad del Corpus Christi. En el marco de esta semana “muy especial”, en palabras de su directora, Mar Manzano, la entidad tiene por costumbre, dentro de su “compromiso con la transparencia y con las personas que han apoyado a Cáritas”, presentar su memoria correspondiente al ejercicio anterior.
En ese 2023, Cáritas ejerció su labor habitual de “intermediación”, pero también quiso incidir en la tarea de sensibilización y en ser “altavoz” social, según apuntó Mar Manzano, quién comentó que “sabíamos que 2023 iba a ser un año difícil, complicado”, por el encarecimiento de los precios que ya se venía produciendo en 2022: “sabíamos que se iba a alargar y así ha sido”.
A lo largo de 2023, Cáritas atendió a un total de 756 personas de 460 hogares de toda la Diócesis de Ciudad Rodrigo, una cifra “significante teniendo en cuenta los datos de población de la Diócesis”, aunque “similar” a la de 2022, “porque la situación social de las familias está un poco estancada; no se avanza mucho”, según explicó Domingo Matías, una de las 13 personas que trabajan en Cáritas (a las que se une la delegada episcopal, Mari Paz Diago), que cuenta con 56 voluntarios.
De las personas que trabajan en Cáritas, 12 están contratadas, 3 de ellas a jornada completa, remarcándose en la rueda de prensa de la mañana del lunes que el gasto en salarios (312.068,94€) está asociado a los fondos y subvenciones que se consiguen para los diversos proyectos, no destinándose a ello los donativos que se reciben, que en 2023 fueron, de forma particular, 28.709,01€; y a través de las Parroquias, 32.777,12€.
Según explicó Mar Manzano, se ha producido un descenso en estos donativos, achacándolo a que la solidaridad de la población de la Diócesis "se ha tenido que repartir entre muchas campañas, y a Cáritas ha llegado menos”. Esta situación, junto a la disminución de algunos financiadores externos, hicieron que la entidad cerrase el ejercicio con un déficit de 11.544,78€, tras tener unos ingresos de 556.877,44€, y unos gastos de 568.422,22€.
En este apartado de gastos, la partida más relevante como veíamos más arriba es la de los sueldos y salarios, seguida de las ayudas monetarias que se entregaron, que ascendieron a 148.773,17€. De este dinero, 122.476,17€ fue en ayudas directas a través del Servicio de Acogida, que atendió a 507 personas de 287 hogares. Al respecto, Domingo Matías apuntó que hay un “problema serio” con la vivienda en el territorio diocesano: “se está encareciendo y está en una situación deficitaria”, con falta de calefacción o aislamiento.
Asimismo, Domingo Matías hizo hincapié en la brecha digital (“las familias en exclusión no han tenido opción para formarse y Cáritas sigue facilitando trámites”), y resaltó que “seguimos detectando problemas en el servicio público de servicios sociales”, en especial con el Ingreso Mínimo Vital, que “todavía no llega a todas las familias”. En la mañana del lunes se recordó que cualquier persona que necesite ayuda debe acudir primero a las instituciones públicas y “donde no llegan ellos estamos nosotros”, en palabras de Mar Manzano.
Al respecto de esta atención desde el Servicio de Acogida, se explicó que se ha “descentralizado”, ya que ha habido varias personas que no se podían desplazar a Ciudad Rodrigo y el personal de Cáritas ha ido hasta los municipios de referencia. Esta descentralización también se ha producido en el Servicio de Infancia, Adolescencia y Familia, iniciando una actividad con familias en el barrio de El Puente y llevando a cabo acciones en Fuentes de Oñoro para atender la “problemática y realidad de ese municipio”. En total, este Servicio ha trabajado con 174 personas de 71 hogares.
Otro de los servicios que se ha expandido por la Diócesis es el de Mayores, para ayudar a atajar la soledad, “porque estamos en una zona envejecida”, como recalcó Domingo Matías. En lo que respecta a Ciudad Rodrigo, las actividades que se organizan han crecido en participación, pasando de rozar la treintena de involucrados a rozar la cuarentena.
También se ha ayudado de forma directa a las personas a través del Servicio Psicológico (44 beneficiarios) y el Programa Lazarillo (37 beneficiarios), todo ello con el trasfondo de la salud mental: según Mar Manzano, en 2023 “acompañamos a muchos jóvenes que no saben qué hacer”, añadiendo Domingo Matías que “la pandemia ha supuesto una losa, y como sociedad tenemos que afrontarlo, porque el sistema público no llega”. Al respecto, Cáritas está intentando crear espacios de acogida comunitaria.
Por otro lado, Cáritas logró un trabajo para 21 personas que acudieron a su Servicio de Empleo, mientras que el Servicio de Formación desarrolló 6 acciones, con un total de 58 participantes que, como novedad, recibieron una beca por su asistencia (en total, las becas ascendieron a 26.297€). En torno a estas acciones formativas, se establecieron 13 convenios para el desarrollo de prácticas en empresas, sintiéndose “orgullosos” de que “se haya encontrado tanto empleo”.
Precisamente, estas acciones formativas son buena parte del destino de los fondos que se recibieron de otras instituciones, que en total ascendieron a 477.682,80€, siendo el desglose el siguiente: Cáritas Española aportó 135.428,64€; la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, 90.983,49€; la Diputación de Salamanca (como ayudas directas), 34.559,85€; la Conferencia Episcopal Española, 33.000€; la Diputación (como subvención), 31.500€; el Fondo Social Europeo, 21.385,40€; el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, 20.000€; Inditex, 18.000€; el Obispado de Ciudad Rodrigo, 15.950€; Acogida CE, 15.000€; la Junta de Castilla y León (para vivienda), 15.000€; FAOG, 13.675€; el Estado a través del IRPF, 11.475€; Cáritas Autonómica, 10.680€; y La Caixa, 350€.
Además, Cáritas Ciudad Rodrigo recibió 7.779,95€ de herencias, 2.000€ en concepto de las cuotas de su campamento de verano; y 915,47€ como donación de colectivos. El apartado de ingresos se completa con 15.000€ procedentes del Fondo Diocesano y 2.708,51€ de ‘otros ingresos’ (como intereses). Mientras, en lo que respecta a los gastos, además de los salarios y ayudas monetarias ya mencionadas, se registraron 80.566,48€ de gastos de explotación (suministros, reparaciones, limpieza, seguros,...); y 9.175,31€ de gastos de amortización.
Respecto al dinero, Mar Manzano incidió en que “cada céntimo que entra se vigila y se ha gastado de la mejor forma posible”, recordando que las cuentas están auditadas de forma externa, por Hispanocontrol Auditores SL.
Durante la rueda de prensa de la mañana del lunes, el Obispo José Luis Retana remarcó que Cáritas es “una institución fundamental, esencial, para el cristiano, para la Iglesia y para todos”, apuntando que “lo que hace Cáritas es estar cerca de las personas, más allá de la limosna", por lo que le gustaría que “todo Ciudad Rodrigo entendiera la importancia de Cáritas para la Diócesis”.