La Estación de Autobuses va perdiendo color en su parte trasera
De las 5 puertas con las que cuenta el edificio, dos están permanentemente cerradas
A principios del pasado mes de diciembre Ciudad Rodrigo estrenó la nueva imagen de su Estación de Autobuses, tras años y años de reivindicación por parte de los mirobrigenses. Pese a haber sido objeto de una laboriosa reforma, la intervención no ha sido ‘redonda’, como se puede comprobar especialmente en su ‘parte de atrás’, que está perdiendo color.
El problema afecta a la zona exterior de la Estación en la que no se colocaron baldosas cerámicas para tapar los antiguos muros, sino que únicamente se pintaron de blanco. Pocas semanas después de la inauguración ya empezaron a observarse problemas en este sentido, que se han ido incrementando, de tal modo que, a día de hoy, cuando ni siquiera se ha cumplido medio año de la apertura, ya hay una pequeña colección de desperfectos pictóricos, recuperando los ladrillos su color original.
Como decíamos más arriba, el problema se concentra en la ‘parte de atrás’ de la Estación, correspondiente al giro de la calle Campo de Toledo, pero también se aprecian anomalías en uno de los extremos de la zona de dársenas, e incluso en los bajos del pequeño muro de acceso a la misma.
Por otro lado, en lo que respecta al funcionamiento diario de la Estación, llama la atención que de las 5 puertas de acceso al edificio –contando las 2 de la zona de dársenas- que están destinadas al público (hay una sexta que da acceso a la cafetería, y una séptima a unas oficinas), dos se encuentran permanentemente cerradas.
En concreto, están bloqueadas (luciendo carteles que remiten a usar la nueva puerta principal, en las cercanías de la Avenida de Yurramendi) la antigua puerta principal y la que corresponde al giro de Campo de Toledo, a la que se llega subiendo unas escaleras. Este doble cierre es especialmente perjudicial, por ejemplo, para los usuarios que llegan desde la calle Sierra de Gata, que tienen que dar un amplio rodeo hasta la puerta principal (o hasta una de la zona de dársenas) en vez de entrar por la puerta más cercana.