, 22 de diciembre de 2024
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“Hay que hacer un gran pacto por todos para beneficiarnos todos, que la Sanidad no sea una cuestión política”
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Pablo Baz, médico de AP rural

“Hay que hacer un gran pacto por todos para beneficiarnos todos, que la Sanidad no sea una cuestión política”

Actualizado 18/05/2024 19:44
Rosa M. García

Este médico de Familia alude a los problemas a los que se enfrentan estos profesionales en la Atención Primaria en el mundo rural salmantino, que tiene sus ventajas, como el trato más cercano con el paciente o la menor saturación, pero con una gran desventaja, las zonas de "difícil cobertura"

Pablo Baz lleva ejerciendo como médico de Familia desde 2002, mayoritariamente en centros rurales, como Béjar o Ciudad Rodrigo. Ahora, está en el centro de Villares de la Reina y pasa consulta en dos pueblos, Aldealengua y Moriscos.

Pero ha hecho de todo: sustituciones en centros urbanos, ir de un lado para otro, desde Pediatra hasta consultas de AP urbana, rurales, guardias, en urgencias, ha estado fuera, como en la zona de Sayago en Zamora, también en el 112, en ambulancias,... “Como no había contrato, porque eran de un día, te hacían un montón de contratos seguidos e incluso sin alta continuada, porque te contrataban un día y te descontraban al día siguiente. Me ha tocado trabajar de todo un poco, hasta llegar a tener mi plaza me ha costado un montón. Hacer la oposición, sacarla, concursarla y ya por fin, trasladarte al sitio que más cerca queda de tu casa”.

La situación en ese sentido, dice, ha cambiado. “Antes era mucho más complicado, no salían oposiciones, no había OPEs periódicas; ahora salieron dos muy seguidas con muchas plazas que se están resolviendo y en mayo se incorporan. La gente se va a cambiar de sitio, unos se irán fuera, otros vendrán a Salamanca, van a cambiar ahora bastante los centros de salud, tanto urbanos como rurales por esto, por las oposiciones y concursos de traslados”. Sin embargo, añade, “hay escasez de médicos de Familia en cuanto que no se cubren todas las plazas en muchas zonas rurales; en Salamanca sí se han cubierto las de MIR, seguimos teniendo cierto tirón por la ciudad, por la formación que se da aquí, Salamanca es un poco diferente al resto de las provincias de Castilla y León, como Valladolid, el resto está en peores condiciones, hay más escasez de médicos que aquí”.

Profesionales en la carretera varias horas

Pablo Baz comienza su trabajo diario en el centro de salud de cabecera (Villares de la Reina), después se traslada a Aldealengua a pasar consulta y luego a Moriscos, para regresar de nuevo al centro para hacer otras funciones, como ecografías, cirugía menor, etc. Pasa consulta diaria en Aldealengua y en Moriscos tres veces a la semana. Su situación, explica, ha mejorado en este sentido, ya que “el trayecto es más corto y está más cerca de Salamanca que donde he estado, como Ciudad Rodrigo y Béjar. Cada zona tiene sus particularidades, la zona de la Sierra es diferente, por ejemplo, a lo que puede ser un centro grande como Peñaranda o Alba. Cada sitio es diferente e incluso cada área, porque no es lo mismo la consulta solo en Ciudad Rodrigo y que no lleves ningún pueblo más, que llevar Monsagro que está a tres cuartos de hora de distancia”.

Ese es el debate, “el tener un profesional sanitario en la carretera, dos o tres horas para recorrer los pueblos, incluso sin cobertura muchas veces, hasta que llegas, y son pueblos muy pequeños; entonces, cómo articulas esto. Es muy complicado”, afirma. Y es que, añade, “estábamos acostumbrados a que había más recursos en cuanto a profesionales, además los permisos y derechos también es otra de las cuestiones que han influido. Son derechos que hemos ganado, como los permisos de paternidad, maternidad, lactancia, a más años de servicio se tienen más días de vacaciones, libranzas por guardias, excepciones por cuidados.,.. y claro ahora mismo todo eso no se puede cubrir, solo por el compañero”.

Como él dice, “la generación del ‘baby boom’ de médicos se está jubilando masivamente, eran muchísimos, había exceso, y se han jubilado casi a la vez. Y cuesta cubrirlos, porque la tasa de reposición y más en médico de Familia, que tiene formación de 6 años más preparación de MIR de uno o dos años intensiva, más otra de 4 años, pues nos vamos a 11 o 12 años, no se hace un médico de la noche a la mañana”. Por eso, “todo lo que se planifique ahora, lo veremos dentro de 11 o 12 años. Es verdad que ha habido una mala planificación en cuanto que esto no se ha previsto”.

Problema "multifactorial"

Es un problema de la Atención Primaria es, según Baz, “multifactorial, influyen muchos factores: mala planificación, envejecimiento de la población y mayor demanda en salud”. Ahora cada vez hay más servicios a la población por lo que respecta a la medicina de Familia, como medicina preventiva, ecografías, cirugía menor, monitorizar la tensión… “se hacen muchas más cosas que hace 20 años, pero cada vez la sociedad demanda más cosas en salud, hay más costes”. Todo esto “hay que articularlo de alguna forma con el personal que tienes”, porque además “no todos los médicos de Familia que acaban la formación terminan en Atención Primaria, a lo mejor no eligen ir a una consulta de un pueblo que está a 140 kilómetros de Salamanca”.

Y es que, según afirma, “no se acaban de definir esas zonas de difícil cobertura, en una comunidad, Castilla y León, que es la más grande, dispersa y despoblada, y la cobertura a estas zonas cuesta gestionarla. A los gestores les cuesta articular esto y están contratando en toda España a médicos sin esa formación que exigía Europa, hacer el examen MIR y tener el título de especialista en Medicina de Familia, igual que el resto”. Desde la pandemia, explica, “con la excusa de que se necesitaba personal sanitario se contrataron médicos sin esa formación y, a partir de ahí, se ha dejado esa puerta abierta y se siguen contratando para cubrir casi esas zonas que no se cubren”, pero “no es lo mismo que te atienda un médico con esa formación a otro que no la tenga “.

Es muy complicado articular esto, pero, como él dice, “tampoco puedes dejar a esas zonas sin sanitario”. La situación de la AP, añade, “no es un problema solo de aquí, es global, se está deteriorando a nivel europeo”.

Necesidad de conocer la AP rural

La AP rural parece menos atractiva para los profesionales, pero Baz intenta que lo sea. “Estoy en ello, intento que todos mi residentes la conozcan. Es verdad que la gente que la coge, le encanta; ese trato cercano, ves a los pacientes con más tranquilidad que uno urbano, que atiendes a muchísima más gente y con menos familiaridad; aquí conoces mucho más el entorno, está metido en él, conoces al farmacéutico, el entorno social y laboral de los pacientes, es mucho más integral y mucho más agradecida, yo creo”.

Por eso, “quien la conoce acaba bastante satisfecho el trabajo”. Pero para eso cree que es necesario conocerla desde el grado, ya que “los estudiantes de Medicina no rotan por aquí, van como mucho a San Juan o La Alamedilla y eso es lo que conocen de la AP y gracias si pasan todos, pero por la rural no pasan, es más complejo, por el desplazamiento, pero debería de ser obligatorio para saber realmente lo que hay, porque con el conocimiento, los médicos que acaban terminan eligiéndola; una vez que la conocen, acaban encantados”.

Estas rotaciones de los residentes es uno de los propósitos de su vocalía desde el Colegio de Médicos, que se fomente la AP rural, para que se conozca, “intentar que se fidelicen aquí, porque muchos residentes son de fuera; antes se quedaba un porcentaje más alto, pero ahora no, se vuelven a otros sitios. Hay que fidelizar, intentar que se queden aquí, es también un poco nuestra misión”.

Medicina más cercana

Pablo Baz atiende a una media de entre 25 y 30 pacientes al día, con jornadas más saturadas y otras más relajadas. “Me da más tiempo respecto al resto de sitios en los que he estado, me permite hacer una medicina más cercana o hacer más de control de los crónicos, entretenerte más en explicarle los tratamientos y que los entiendan es una parte fundamental de los médicos de Familia. Muchas veces van al Hospital y no se enteran y vienen a que se lo expliques; es una población envejecida, que no se maneja con móviles, y vienen un poco a que les expliques y les des más información. Eso es lo bonito, que quizás tengo un poco más de tiempo aquí”.

Sin embargo, afirma, que con un paciente crónico “se debería estar mínimo 20 minutos y tienes 8-10. Eso a mayores que tienes que explorar, escribir,... imagina en cinco minutos por paciente, porque no hay más, lo que puedes hacer, no da tiempo a nada. Me ha pasado, listas de un centenar de pacientes, es otra medicina, no es medicina de calidad”.

Pacto por la Sanidad

Sobre si el problema es la falta de médicos o una mejor distribución, señala que “la ratio médico-paciente en Castilla y León es buena, porque al atender pueblos pequeños esa media se baja respecto a comunidades, pero si tienes que llevar la Sanidad hasta Monsagro, que está a tres cuartos de hora de Ciudad Rodrigo, el médico de desplaza a Ciudad Rodrigo y de ahí a Monsagro, ida y vuelta, son casi cuatro horas de carretera al día. Es un ejemplo extremo, pero toda la zona del oeste de la provincia son pueblos pequeños y dispersos. Esta zona donde estoy es diferente y está cerca del Hospital, no es lo mismo la actitud que vas a tomar con un paciente que en esa lejanía”.

Por esto, añade, es “muy diferente Castilla y León, y entiendo que lo que habría que tener es un gran pacto por todos, un consenso de beneficiarnos todos, que no sea una cuestión política la Sanidad, porque si no, al final, es un arma arrojadiza y no debe ser así; en Sanidad y Educación las cosas deben de estar muy consensuadas entre todos y tener claras por lo menos ciertas reglas y no pasarlas, y yo creo que las han pasado, los problemas son comunes a todos los territorios, lo que tienes de un signo en una comunidad lo tienes del otro en otra comunidad”.

“Tendría que haber un pacto por la Sanidad y de no agresión, que sea algo que se respete y que se consensúe. Lo hemos intentado desde los foros del Colegio de Médicos, sindicatos, sociedades científicas,... hacer un pacto con los distintos grupos políticos a nivel nacional y es muy complicado, además tenemos 17 comunidades, que encima se compiten entre ellas, cada vez va a ser más diferente de unos sitios a otros y, si competimos por los profesionales, van a quedar más desfavorecidas las rurales, las dispersas y despobladas”. Pero no se alcanza un acuerdo. Él, explica, lleva en la vocalía del Colegio de Médicos desde 2017 “yendo a reuniones a nivel nacional, estando con grupos parlamentarios, en la comisión Sanidad y ves que no se puede mover nada, es muy difícil alcanzar pactos a nivel nacional para que esto se conserve y se proteja”, afirma, y añade: “Nos deberían hacer más caso a los profesionales”.

Muchos frentes y muros

Otro de los problemas que apunta Baz es que “hay gente tan saturada todos los días, con tanto estrés y exigencia, que al final te desmotivas, hay una desmotivación total por parte del personal”.

También se refiere a la financiación a la AP, que “en el mejor de los casos es un 18-20%. Tenemos menos financiación, porque vende más comprar un robot da Vinci que contratar varios médicos, vende más la tecnificación parece”.

Hay muchos frentes y muchos “muros”, y de momento, hay “pocos visos de que esto vaya a mejorar”, pero “seguimos trabajando para que las cosas mejoren, no vamos a parar, seguiremos formando residentes, trabajando en todo lo que se pueda para mejorar la Sanidad y la calidad de atención a los pacientes y para que funcionen las cosas”, concluye Pablo Baz.