La lluvia apareció de forma inesperada, teniendo que refugiarse la pregonera y el resto de los presentes en los soportales de la Plazuela
Con la visita inesperada de la lluvia, Ciudad Rodrigo inauguró en la tarde del viernes la 3ª edición de la Feria que dedica a exaltar su producto gastronómico por excelencia, el farinato. La Feria tuvo como punto de partida la Plaza Mayor (en cuyo entorno estaban preparadas varias carpas y otros elementos para las actividades de este sábado), donde se concentraron la Farinatera Mayor de este año, Leticia Martín Palos, los miembros de la Corporación Municipal asistentes y la Rondalla III Columnas.
Tras hacerse unas fotos de familia junto a la Casa Consistorial, todos los mencionados pusieron rumbo en formato de pasacalles, animado por la Rondalla con sus canciones, hasta la Plazuela del Buen Alcalde, donde el acto se abrió con unas palabras de la delegada de Ferias Culturales, Ana María Castaño, para presentar a Leticia Martín Palos.
La Farinatera Mayor inició su intervención resaltando que al haber nacido en Ciudad Rodrigo “llevo grabado a fuego en mi ADN el referente gastronómico más emblemático de mi tierra”, que le ha permitido “desarrollar mi cocina de una forma totalmente libre, personal y única”, poniendo como primer ejemplo cuando lo llevó a un encuentro Global de Cocina Tradicional en México representando a España.
El pregón estaba en sus compases iniciales cuando el cielo empezó a soltar alguna gota, que se convirtieron en bastantes acto seguido, produciéndose una rápida ‘huida’ de las sillas desplegadas hacia los soportales de la Plazuela, donde se recolocaron todos los presentes rápidamente (el parón fue bastante breve) para continuar con el acto.
Leticia Martín Palos retomó su intervención indicando que el farinato “no ha sido excesivamente fácil de comunicar”, aunque en la cocina sí tiene “un importante bagaje” al ser “fácil integrarlo en diferentes platos y elaboraciones”. En ese momento, dio algunas nociones clásicas sobre su “origen humilde”, sus ingredientes, la denominación de los mirobrigenses como farinatos o su acompañamiento con huevos fritos.
Para Leticia Martín Palos, el farinato puede ser considerado a día de hoy “un producto gourmet”, siendo ahí donde entra en juego su cocina y su “esfuerzo para adaptarlo e integrarlo en nuevas elaboraciones y posibilidades gastronómicas”, mencionando en primer lugar las perronillas y mantecados de farinato, o las patatas meneás con chips de farinato.
La Farinatera Mayor explicó que empezó a darle una “nueva visión al farinato” en 2003, a raíz de un Concurso de Tapas para el que elaboró una Copa de cóctel con crema de farinato, yema de huevo y espuma de clara de huevo. A partir de ahí, “comienza mi aventura con este singular producto”, de tal modo que “no hay semana que no se me ocurriera algo nuevo”.
Así, fue relatando su creación de ‘bocados’ como el Todo Farinato, la San Marcos de Farinato, el Revuelto de Farinato, o un Gunkan de Farinato y huevo de codorniz, éste en plena pandemia, al igual que la Berlina de Farinato, de la que llegó a vender más de 500 en un mes. Como cierre, Leticia Martín Palos resaltó que “seguimos en nuestro empeño de sacarle todo el partido posible al farinato, el que nos hace únicos y reconocidos en todo el mundo, el que nos llena el estómago pero también el corazón”.
Finalizada su intervención, tomó la palabra el alcalde Marcos Iglesias, quién mencionó que “una cocinera del nivel de Leticia es un orgullo para todos los mirobrigenses”, agradeciéndole “todo lo que haces”. En esta línea, el alcalde espera que “sirvas de ejemplo”, para que las tapas y platos en torno al farinato las ofrezcan los establecimientos de hostelería “todos los días del año como tú haces”.
Marcos Iglesias le dijo a la pregonera que “hoy ganas un premio más, el cariño de todos los mirobrigenses”. Tras lanzarse vivas a Ciudad Rodrigo y al farinato, Marcos Iglesias le hizo entrega a Leticia Martín Palos de una placa y un botón charro. A continuación, fue turno para que todos los presentes probasen el farinato en modernas presentaciones, como por ejemplo en forma de chips, mientras la Rondalla interpretaba algunas últimas canciones, que dieron pie a varios bailes.