Hacía cinco años que no pisaba el restaurante en el que han comido
Desde que la pequeña Anita llegó a su vida, Ana Obregón se ha refugiado en su nieta y pocas veces se deja ver en público. Y es que la actriz está en uno de los momentos más felices de su vida, ya que tras la muerte de su hijo Aless Lequio el pasado 13 de mayo de 2020, su vida ha cambiado por completo.
Nadie se esperaba que la bióloga tomaría la decisión de tener un bebé mediante gestación subrogada y así poder cumplir el deseo de su difunto hijo de traer descendencia suya al mundo. Un deseo que su madre no dudó en cumplir y que desde hace un año le ha convertido en una nueva persona.
El equipo de Europa Press ha podido ver a Ana Obregón disfrutando celebrando el cumpleaños de su gran amigo Raúl Castillo, radiante de felicidad, con una gran sonrisa y rodeada de muy buena compañía: "Me han sacado de casa". Tal y cómo ella misma confiesa, pocas veces sale a la calle: "No salgo de casa nada más que para trabajar".
"No dejo a Anita, no voy a ningún lado", ha aclarado antes de advertir que hacía cinco años que no pisaba el restaurante en el que han comido a propósito del 50 cumpleaños de su amigo. La presentadora también ha confirmado que "Anita me quita el tiempo, luego antes era mi luto y ahora pues poco a poco". La actriz, que lucía un look totalmente rosa, no ha podido evitar emocionarse cuando se le ha preguntado por el primer aniversario de la publicación del libro homenaje a su hijo.