Jueves, 23 de mayo de 2024
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Beatriz Alcaná presenta su magistral 'Teseo en llamas' en la Feria del Libro de Medina del Campo
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Beatriz Alcaná presenta su magistral 'Teseo en llamas' en la Feria del Libro de Medina del Campo

Actualizado 12/05/2024 11:42
Charo Alonso

La Feria del Libro de Medina del Campo se rinde a la prosa salmantina

Tiene la Feria del Libro de Medina del Campo el tamaño justo para recorrerla con gusto, pasar la mañana, salir a tomar algo a la hermosa plaza, callejear por su espléndido comercio y regresar para seguir escuchando a los autores, curiosear entre los puestos de las librerías y las editoriales y felicitarse porque hay niños, perros, gentes de sábado y hasta ángeles de Primera Comunión que barren el pavimento con sus vestidos de hada. Magníficamente organizada por el Ayuntamiento y por un José Ignacio García que está en todo, como corresponde a un responsable que se multiplica para recibir a los autores, constatar que el curso de los actos sigue su tiempo y dejar el micro a un presentador que sabe muy bien cuál es su papel, la Feria del Libro de Medina tiene ese talento que debe aunar a la gente “de la casa”, los autores medinenses, con los castellano y leoneses y los de fuera que ahora mismo son los rostros más leídos y mediáticos. Un perfecto equilibrio que el programa de la Feria ha logrado con un tino exquisito y que contiene en una carpa situada en la mitad de la plaza que reúne y abraza por igual, y de la que se entra y se sale con alegría fluida. Todo está al alcance de nuestras páginas, librerías, editoriales, actos para niños, mesas de firmas, lecturas...

Y son las páginas salmantinas las que celebran la llegada de Beatriz Alcaná y el hecho de que la ganadora del último premio Ciudad de Salamanca de novela sea una de las cuatro finalistas del premio Kelvin 505. No es de extrañar, Teseo en llamas es un auténtico hallazgo y la prosa de la bejarana aún más. Ella dice de sí misma que es tímida y que le cuesta presentar su novela, pero con un interlocutor como J.D. Martín Bartolomé todo es fácil. El escritor medinense presentó a Beatriz Alcaná, a Jesús Velasco y a mí, todo el mismo día y con la misma maestría: conocimiento absoluto de los libros de los autores, preguntas atinadas, atractivas para el público, capacidad de seguir de forma espontánea el diálogo que iba trenzándose muy bien adecuado al tempo del acto y haciendo sentir muy cómodos a los recién llegados. Sencillamente sobresaliente.

Con semejante anfitrión, estuvo Beatriz Alcaná cercana, brillante y de una simpatía absolutamente desbordante. Defendió el hecho de que Teseo en llamas sea precisamente una novela de terror aunque dicha etiqueta tenga mala fama, y aunque tenga también mucho de novela costumbrista, detectivesca, histórica y gótica. Gran lectora y conocedora de la literatura, Alcaná sabe conjugar todos los ingredientes para que esta revisitación del mito de Fedra a través de Unamuno sea tan atractiva para el lector. Un mito, que según la autora, tiene que apelar a las emociones más básicas y que lo hace en medio de la tragedia que ella maneja iniciando la novela con una esquela y llevando al lector a través de la voz de la protagonista, por el gris y doloroso Madrid de los años cincuenta. Un espacio temporal tan gótico como la Inglaterra victoriana según la autora. El relato de su protagonista y la tragedia que viven los personajes, es tan adictiva como un cuento de Poe y responde a ese tratamiento del villano propio de la novela clásica, villanos que no son atractivos y que nos lanza la autora con una sonrisa mientras nos habla de la escaleta que prepara antes de escribir, sus dudas, su gusto por lo gótico, la pulsión de la prosa que tan bien maneja y su gusto por Holmes y Poirot así como su capacidad pantagruélica para documentarse. Todo aderezado con una sonrisa sincera e inmensa, una sencillez desarmante y, sobre todo, un conocimiento de la literatura con el que juega una y otra vez sin epatar al oyente porque forma parte de su personalidad, de su alegría y de su prosa.

Hay autores que ganan en las distancias cortas, cuya voz es un aliciente más para su lectura. Beatriz Alcaná pertenece a este grupo privilegiado y J.D. Martín Bartolomé sabe acentuarlo, la negrura del Madrid de posguerra, hambriento, cruel y sombrío de la novela se atempera con la risa, el reconocimiento y la charla de ambos mientras el presentador no duda en hacer partícipes a los oyentes del diálogo. Hay encuentros con autores –un género literario oral que no todo el mundo sabe practicar, y hablo de escritores y “presentadores”- que son un auténtico lujo del que aprender y disfrutar. El de Beatriz Alcaná en Medina del Campo es uno de ellos y en medio de esta Feria en la que todo son sonrisas, abrazos y puntualidad inglesa como corresponde, nos alegramos de que nuestros escritores viajen por las carreteras de lo nuestro, hagan nuevos lectores, firmen y pasen páginas en las que aprender tanto. Tanto como agradecer estos encuentros felices que las Administraciones tienen que propiciar buscando a quienes saben, con certera generosidad, organizar con todo el afecto y el conocimiento. Bravo por ellos.

Fotografías: Carmen Borrego