Adrián Gallego se lesionó de gravedad en la rodilla en los últimos minutos del 1º tiempo, teniendo que ser evacuado en ambulancia
El ‘cómodo’ liderato que tenía el Ciudad Rodrigo hace apenas tres jornadas, con 6 puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor (que incluso fueron más ‘virtualmente’ tras la siguiente jornada, la 21, por el aplazamiento de varios partidos), ya es historia: en apenas dos jornadas, la 22 y la 23, el Ciudad Rodrigo se ha pulido prácticamente todo el colchón del que gozaba.
En este sentido, aunque la tabla dice al acabar este domingo que el Ciudad Rodrigo tiene 4 puntos de ventaja tanto sobre Unionistas B (que empató en la tarde dominical) como sobre el Atlético Mansillés, éste último tiene un partido menos (que en principio recuperará el 3 de abril), con lo que podría ponerse a sólo 1 punto. Asimismo, los 6 puntos de ventaja a día de hoy sobre el Mojados quedarían reducidos a 3 si éste equipo gana el miércoles el encuentro que tiene aplazado.
Tras el empate de la semana pasada ante un equipo de la parte media-baja como es el Ribert, el Ciudad Rodrigo afrontó en la tarde del domingo el primero de dos encuentros consecutivos en el Francisco Mateos de alta exigencia (ante el 4º y el 5º, Mojados y La Bañeza), que no fue nada bien, acabando por recibir un serio correctivo por parte del exequipo del técnico mirobrigense, pese a que estuvieron mucho más activos que en el anterior encuentro en casa ante el Onzonilla.
Esto hizo que el Ciudad Rodrigo sumase su primera derrota del curso ante un equipo que no fuese el Zamora B, y que por primera vez se quedase sin marcar como local. Pese a ello, esta dolorosa derrota no fue lo peor de la tarde: Adrián Gallego resultó lesionado de gravedad –en una rodilla- en los compases finales del primer tiempo, teniendo que ser evacuado directamente desde el césped del Francisco Mateos por una ambulancia, lo que también cambió el cariz del partido, enfriándolo.
Sobre esta lesión, el director deportivo del Club, Aris Marcos, transmitió en la noche del domingo en nombre de todo el Ciudad Rodrigo CF sus deseos de una “pronta y buena recuperación”, dando las gracias al 2º entrenador del Mojados, “que ayudó en todo momento hasta que llegó la ambulancia”. Asimismo, en torno al jugador del Mojados implicado en la acción, Álex, Aris Marcos apunta que su actitud fue “en todo momento de deportividad y de una gran persona, incluso se le caían las lágrimas al ver cómo estaba nuestro jugador”.
> ASÍ FUE EL PARTIDO
Parece una obviedad (porque en principio todos los equipos saltan al campo con esa idea), pero el Mojados vino a Ciudad Rodrigo, tanto los que estaban sobre el césped como en la banda animando (en este apartado también ganaron por goleada), con el objetivo único y exclusivo de ganar, porque además para ellos era im-pres-cin-di-ble para no descolgarse. Y así lo hicieron.
De salida, se vio un partido bastante dinámico, con una intentona de Javi Martín nada más empezar que atrapó el portero del Mojados, equipo que a continuación botó un par de córners, el segundo de ellos tras desviar Pepo un remate peligroso a córner. Mientras, en el 9’, un buen tiro de Dani Crespo se fue alto por poco. En el 17’, tuvo lugar el primer sobresalto de la tarde, con el cambio por lesión del portero titular del Mojados.
Sobre el 23’, se produjo una jugada que pudo cambiar el devenir del partido: Javi Moríñigo cabeceó un córner, sacándolo un jugador del Mojados también de cabeza sobre la misma línea de gol. Ya en el 33’, Alberto García botó una falta lejana que repelió el portero, mientras que en la jugada siguiente un jugador se quedó solo frente al Pepo, quién logró mandar fuera el balón. Sin embargo, acto seguido llegó el 0-1, con un balón colgado al 2º palo, donde Álex lo remató solo al fondo de la red.
Ya con el marcador en contra, lo probó Maza, siendo desviado su tiro a córner. Cuando la primera parte ya se encaminaba a su fin, se produjo –en una acción con un jugador rival- la grave lesión de Adrián Gallego, estando detenido el partido cerca de 20 minutos hasta que acudió una ambulancia y le retiraron del terreno de juego. De forma previa a la lesión, el partido se había ido calentando por varias acciones en el campo, pero una vez se llevaron a Adrián Gallego, cambió el panorama, enfriándose, tanto en los escasos 2-3 minutos que quedaban de primer tiempo como a vuelta de vestuarios.
Tras el descanso (que fue un poco más corto al haber estado ya parado el partido), lo primero de relevancia fue el 0-2 visitante, en el 50’: un balón desde atrás le cayó a Alvi, quién frente a Pepo definió a la perfección. Este tanto afectó bastante al Ciudad Rodrigo, entrándose en una fase un poco más monótona, en la que por parte local lo probaron Puyi con una intentona lejanísima que no cogió puerta, y Javi Moríñigo con un cabeceo a una falta botada por Alberto García que se marchó fuera.
Ya en el 74’, el Mojados, que no había vuelto a probarlo con peligro pese a pasar muchos minutos en campo mirobrigense, botó un córner desde la izquierda, que fue rematado de cabeza a la perfección, pero el balón no quiso coger puerta (se fue al lado del palo izquierdo). En el 82’, Dani Crespo despejó un balón peligroso a córner, en cuyo saque hubo un remate que sacó Farrés sobre la línea de gol. A partir de ahí, los minutos finales fueron muy dinámicos.
Como momentos de mayor peligro, en el 85’ hubo una jugada un poco enredada, a partir de un balón colgado por David Moreno al área, que despejó el portero del Mojados, propiciando entre otros un remate de Alexander que se estrelló en el palo. Ya en el 90’, Maza botó una falta en el lateral izquierdo del área, no llegando nadie a rematar (Farrés estuvo a punto). En el lejano 93’, llegó el 0-3, con un balón colgado desde la izquierda hacia el 2º palo, donde Veintimilla, casi sólo, la mandó para dentro.
El partido se cerró con un último remate en una franca posición en el área de Farrés, pero el portero del Mojados logró despejarla, para certificar que el Ciudad Rodrigo se quedaba sin marcar como local por primera vez en todo el curso. El próximo domingo, nueva cita en casa frente a otro hueso, La Bañeza.