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Las drags salmantinas que conquistan el escenario desde los márgenes
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Las drags salmantinas que conquistan el escenario desde los márgenes

Actualizado 09/03/2024 12:50
Berta Joven

El colectivo Casa del Carmen reivindica este lenguaje como subversión de los códigos de género y espacio de expresión artística de la comunidad LGTBI+

Casa del Carmen es el colectivo drag de Salamanca. Está compuesto por ocho integrantes, con mayoría de personas trans y migrantes. Estos perfiles tan diversos, relegados habitualmente a los márgenes, surgió cuando Angélica Silva, actriz, directora de teatro y periodista, propuso en el Laboratorio de Teatro Feminista de Las Bacantes utilizar el drag como ejercicio en la preparación de un montaje del Don Juan. “Ese día nos dimos cuenta que el drag podía aportar mucho a la escena local y también a nuestras vidas. Une a las personas de la comunidad LGTBI+ de una forma creativa y empoderante”. Actuaron en un micro abierto por el Orgullo y, tras un rotundo éxito, decidieron continuar e incorporar a todo el que estuviera interesado. “El proyecto existe, sobre todo, porque no hay espacios para la comunidad LGTBI+ en la ciudad. Hay muy poca oferta cultural y muy pocas formas de conectar los unos con los otros sin que sea en una fiesta”, observa Angélica.

Estamos acostumbrados a ver a drags queen en programas de televisión como 'Drag Race’ o los carnavales en Canarias pero, ¿qué significa realmente este movimiento y cuál es su origen? “El drag existe desde siempre, solo que quizá no lo conocíamos con ese nombre. Su principal herramienta de creación es trabajar los códigos de género y subvertirlos, jugar con ellos, apropiárselos. Es un arte todavía muy libre; no hay una academia detrás”, explica Angélica. Como espacio de creación tan abierto a toda clase de expresiones, hay infinidad de tipos más allá de la “superestrella pop” que estamos acostumbrados a ver en los medios. “En el otro extremo hay un drag muy popular, que es el llamado fith drag, horror drag o monster drag, que genera propuestas escénicas que son, digamos, un poco repugnantes y juegan con la idea del asco”, puntualiza. En cualquier caso, todos tienen en común cierta rebelión hacia los significantes que nos hacen pensar que algo es femenino o masculino. “En ese juego, la comunidad LGTBI+ tiene un espacio donde puede no solo explorarse a sí mismo y su propia entidad, sino también cuestionar lo que la sociedad ha impuesto”.

Nicolás Santos, creador escénico salmantino y también miembro de la Casa del Carmen, es La Manca de Salamanca. “Como me falta una mano, era bastante interesante poder trabajar a partir de ahí y subvertir ese referente tan castizo y tan de Salamanca”, explica. Nicolás relata que este personaje le ha servido de punto de partida para investigar sobre “las corporalidades disidentes que han estado siempre en España” y que “también merecen una reivindicación”. “Yo pienso en María del Monte o en Falete, cuerpos grandes que siempre han sido objeto de burla”, recuerda. Para Nicolás, el drag es una reivindicación de estos “cuerpos periféricos” y “estas vidas que quizás no entran dentro de la norma”. “Es mi caso: una persona con discapacidad, que es muy masculina. El drag me permite explorar esos otros aspectos de la feminidad y poder reivindicar mi cuerpo tal y como es sin tener miedo”.

Casa del Carmen abre camino en un territorio como Salamanca, con una población alejada de este lenguaje. “En Salamanca el drag es anecdótico. Hay shows de drag en pocos contextos y un público incipiente con interés que va creciendo. Creo que esa es la parte que ha aportado la popularidad de programas como Drag Race”, analiza la directora. Sin embargo, Angélica recalca que Casa del Carmen se mueve con el objetivo de formar una comunidad y expresarse “artísticamente” en el ámbito queer. Una comunidad que Angélica asegura que está “muy dividida” y muy “en el closet” (armario). “En Salamanca hay muchísima gente con tabúes respecto a su identidad y yo creo que eso hace que nuestro público también sea tímido y no se sienta con la libertad de ir a todos los shows que le gustaría. Todavía queda mucho por hacer”, se lamenta.

La directora subraya una particularidad del colectivo en Salamanca, fundado por mujeres migrantes: la pluralidad de perfiles y cuerpos. No hay ninguna casa de drag en España tan diversa como la nuestra. Tenemos personas con discapacidad, personas trans, la mayoría somos drag king, lo cual es rarísimo…” Nicolás añade también el trabajo en equipo como elemento característico de Casa del Carmen. “Repartimos mucho las tareas. Por ejemplo, yo suelo colaborar en los aspectos dramatúrgicos de los espectáculos, pero me ayudan bastante con el maquillaje o el peinado, hay mucha reciprocidad en ese aspecto”. Angélica se suma a esta valoración: “Precisamente, por hacer drag en una ciudad pequeña donde no hay posibilidades económicas, nuestro drag se centra en crear familia, vínculos afectivos más que económicos. Nuestros fans son nuestros amigos, hay muchísima cercanía. Nos sentimos muy orgullosos de ser de las pocas casas que sigue esa filosofía. Lo principal es el afecto y los cuidados mutuos”.