Cortó dos orejas de mucha importancia dando una gran dimensión.
La Feria del Toro de Olivenza celebra en la mañana de este domingo la segunda novillada con picadores del ciclo. En ella se anuncia el novillero salmantino Marco Pérez, que llega a la localidad extremeña en medio de una gran expectación tras cortar cuatro orejas y rabo el martes en Andújar. En el festejo se lidian ocho novillos de Talavante por Manuel Román, Marco Pérez, Javier Zulueta y Tomás Bastos. Estos dos últimos novilleros hacen hoy su debut con picadores.
Marco Pérez hizo su presentación en Olivenza saludando a Hozaino a porta gayola con un farol de rodillas. Se cerró en el tercio el charro para torear a la verónica de forma primorosa, primero de rodillas y después en pie. Brindó Marco su faena a Daniel Luque antes de comenzar muy templado y sin obligar al novillo de Talavante. Se fue a los medios el salmantino para torear muy asentado, reunido y encajado con la derecha, aprovechando el viaje del astado. Un tanto más descompuesto el animal por el lado izquierdo, aunque poco le importó a Marco Pérez, que dejó naturales de muy buen trazo. Volvió el salmantino a torear con la derecha, por donde firmó una serie rotunda rematada con una arrucina. Acortó distancias y fue volteado cuando se estaba pegando un arrimón de órdago. Se levantó sin mirarse Pérez, que siguió su labor en esos terrenos comprometidos con una autoridad impresionante, poniendo la plaza en pie tras tres circulares por la espalda abrochados con un cambio de mano de cartel. Se le fue abajo la espada, de efecto fulminante, y todo quedó en una oreja.
Cristal fue el sexto novillo de la tarde, segundo del lote de un Marco Pérez que volvió a irse a la puerta de chiqueros para saludarlo a porta gayola y continuar toreando a la verónica. Apretó en el peto el de Talavante, con más motor que el primero del lote. Brillante quite por delantales de Marco aprovechando el buen pitón izquierdo del astado. Gran lidia de Elías Martín en el tercio de banderillas antes de que Marco Pérez brindase al público su labor. Comenzó en los medios con dos cambiados ajustadísimos por la espalda. La primera serie a derechas, de mucho ajuste y buen trazo, ya hizo sonar la música. Amagó con rajarse el de Talavante pero Marco Pérez consiguió sujetarlo a base de dejársela muy puesta y llevarlo siempre cosido a las telas. Inspirado en los remates de las series el salmantino. Acortó distancias cuando el novillo echó la persiana para firmar un epílogo en cercanías nuevamente de una seguridad aplastante. Enterró el acero hasta las cintas volcándose sobre el morrillo para no dejar escapar el triunfo ganado a ley sobre el ruedo.
Plaza de toros de Olivenza. Casi lleno en mañana despejada y fresca. Novillos de Talavante, bien presentados y de distinto juego, destacando el séptimo y octavo. Cuarto y quinto, rajados y deslucidos.
Manuel Román: ovación con saludos tras aviso y silencio.
Marco Pérez: oreja y oreja con fuerte petición de la segunda.
Javier Zulueta: oreja y oreja.
Tomás Bastos: ovación con saludos y oreja tras aviso.