Sobresaliente novillada de José Enrique de Valdefresno donde triunfaron Ismael Martín y El Mene, y se premió con la vuelta al ruedo al tercer novillo
Cuatro novillos negros y nobles de José Enrique de Valdefresno. Los tres primeros muy parejos de lámina y comportamiento. Extraordinario el segundo. El tercero premiado con la vuelta al ruedo. El cuarto algo menos cuajado, sin morrillo. (Único lunar: segundo y tercero sospechosamente astigordos).
Lleno en los tendidos en una tarde despejada.
Hoy los titulares hablarán de Ismael Martín y El Mene que han triunfado gracias a que el acero entró a la primera. Cada uno en su concepto han entretenido al personal. Ismael Martín con una lidia variadísima, vistosa y completa. Desde las tres largas cambiadas de recibo hasta los últimos pases cambiados pasando por el buen tercio de banderillas o el buen galleo por verónicas llevando al caballo ha derrochado voluntad y facilidad de conexión con el público.
El Mene con un concepto más clásico, puro y sobrio, empapó de suavidad por ambos pitones al novillo. Las manoletinas finales y la extraordinaria estocada hicieron que el público -hasta ese momento algo frío- se calentase y pidiera los trofeos.
Menos se hablará de Manuel Caballero que tuvo una notable actuación. El recibo por verónicas y delantales; un inicio por bajo con un lucido cambio de mano y su buen nivel al natural fueron lo más destacado de una faena donde el torero le dio distancia al animal, demostró su valor sereno aguantando alguna parada y se acopló con el novillo. Se agradece que, pese a los pinchazos, siempre se tirase arriba a matar y no buscase los blandos.
Valentín Hoyos que, antes de empañar su actuación con la espada, supo entender a su novillo por el pitón derecho, a media altura y perdiendo pasos entre muletazo y muletazo. A final de faena cayó el interés, no se sabe si porque el novillo se quedó sin fuerzas o porque Valentín le encimó demasiado y el novillo pedía un poco más de distancia.
Gracias al buen uso del acero, Ismael y El Mene hoy podrán estar calientes al brasero celebrando el triunfo. Sus compañeros por el contrario, pasarán frío entrando al carretón con el estoque y "apuntando entre las orejas" con el descabello.
-Valentín Hoyos: de verde hoja y oro. Sainete con el descabello. Palmas cariñosas tras dos avisos largos.
-Manuel Caballero: de chocolate negro y oro. Varios pinchazos arriba y dos descabellos. Palmas tras aviso.
-Ismael Martín: de coral y oro. Estocada entera desprendida. Dos orejas y rabo.
-El Mene, que debutaba con picadores: de coral y oro. Estocada entera de perfecta ejecución y colocación. Dos orejas.