Durante el encierro un jinete se cayó de su caballo, sin consecuencias físicas graves
Con una llovizna constante –que empezó a caer sobre las 10.45 horas- como principal problema, Ciudad Rodrigo disfrutó en la mañana del domingo de un encierro a caballo redondo, entrando todos los toros de Guadajira en tiempo y forma, gracias a un arduo labor de los caballistas, que llevaron a la manada perfectamente arropada desde el Centro Ecuestre Casasola hasta la Plaza Mayor.
Después de haber estado trabajando en el hermanamiento de toros y bueyes prácticamente un mes (los astados de Guadajira llegaron a Ciudad Rodrigo el sábado 13 de enero), la manada se puso en marcha en las dependencias de Casasola a un ritmo ‘tranquilo’, afrontando de esta manera los primeros 15-20 minutos de trayecto. Tras ello, cogieron velocidad, entrando ya lanzados en la zona de la Ermita, para proseguir por toda la Calleja de Valhondo y salir hacia la Avenida Conde de Foxá.
En lo que respecta al ‘tramo urbano’ del encierro, fue encabezado por un caballo sin jinete, quién según la información facilitada por Cruz Roja había sufrido una caída, por fortuna sin consecuencias graves (fue dado de alta in situ). A partir de ahí, el resto de caballos, los toros y los bueyes entraron con escasos instantes de diferencia (hubo como dos pelotones), acabando por alcanzar la Plaza en primer lugar 5 toros y posteriormente el último, todo ello en poco más de media hora en total desde que se pusieron en marcha.
En el global del encierro, Cruz Roja prestó asistencia a 6 personas, siendo lo más relevante el traumatismo craneoencefálico sufrido por una espectadora de 47 años, que fue llevada en primer lugar hasta la enfermería de la Plaza, y posteriormente al Centro de Salud, donde también fueron llevadas durante la mañana otras dos personas, una por una herida en la ceja, y otra inconsciente. Además, efectivos de Cruz Roja atendieron a una persona por heridas en una mano y en la rodilla, y a otra por un dolor lumbar.