Los últimos astados alcanzaron la Plaza un cuarto de hora después de salir
El primer encierro con toros del Carnaval 2024 ha dejado el primer corneado del evento: un hombre con una camiseta rojiblanca que no se pudo subir convenientemente a las agujas en la zona del Registro, siendo enganchado por uno de los últimos astados que iban camino del ágora en la parte trasera del muslo, dejándole una cornada con tres trayectorias.
Este primer encierro urbano del Carnaval se puso en marcha con total puntualidad, subiendo en cabeza varios cabestros y tres toros, que por fortuna no hicieron nada a un joven que se cayó prácticamente en medio de esta primera manada en la Avenida Conde de Foxá (a la altura del parking situado frente al antiguo Centro de Salud).
A continuación, subieron el resto de cabestros, y un poco después, más desperdigados, los dos restantes astados, que fueron a un ritmo más parsimonioso, dándose la vuelta en alguna ocasión durante unos cuantos metros (incluso lo hicieron los bueyes que iban delante de ellos). Sobre las 13.08 horas, alcanzaron el Registro, y sobre las 13.15 horas, la Plaza Mayor, permaneciendo unos cuantos minutos de forma ‘obligada’ en la arena hasta que pudo ser introducido en toriles otro toro que se había quedado en el callejón.
Una vez se consiguió desbloquearlo, ya se procedió a introducir a los dos últimos toros (con salida incluida de los bueyes), tras haberle dado un notable susto a un recortador, que se subió apurado al nuevo burladero de la parte sur del ágora. Hay que apuntar que debido al estado de la superficie de la Plaza, y a la lluvia –e incluso granizo- que llegó a caer en el transcurso del encierro prácticamente no hubo interacciones con estos toros en el ágora. Curiosamente, el encierro acabó con sol a las 13.27h.
Además del corneado, un vizcaíno de 41 años, los efectivos de Cruz Roja trasladaron a otras tres personas a la enfermería de la Plaza: un sevillano de 29 años con un esguince de tobillo que fue dado de alta in situ; un francés de 47 años con una contusión en el codo que acabó por ser llevado al Centro de Salud; y un cacereño de 59 años, requirió una mayor atención al presentar un traumatismo craneoencefálico.
Efectivos del denominado Erie Psicosocial de Cruz Roja se acercaron a los bajos de la Casa Consistorial para atender a los familiares y amigos del corneado y del contusionado en la cabeza, que acabaron por ser trasladados al Hospital de Salamanca.