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Deseos de “larga vida” al Carnaval por parte del Capea acompañado de múltiples autoridades
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CIUDAD RODRIGO | VIERNES DE CARNAVAL

Deseos de “larga vida” al Carnaval por parte del Capea acompañado de múltiples autoridades

Actualizado 10/02/2024 02:04
David Rodriguez

El pregoncillo se desarrolló bajo una lluvia persistente en la Plaza Mayor

Tras las inauguraciones festiva (con el Campanazo) y taurina (con el encierro de mansos), a última hora de la tarde del Viernes se produjo la apertura formal del Carnaval del Toro 2024, con el Pregón Mayor a cargo de Pedro Gutiérrez Moya ‘El Niño de la Capea’, que estuvo precedido por el habitual Pregoncillo desde la balconada de la Casa Consistorial, tras un miniacto previo en el interior del salón de plenos.

Pedro Gutiérrez Moya ‘El Niño de la Capea’ había llegado a la Plaza Mayor procedente de la Catedral de Santa María, en una comitiva que integraron buena parte de las múltiples autoridades presentes. En el conjunto de la velada, estuvieron, junto a la Corporación Municipal encabezada por el alcalde Marcos Iglesias, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias; el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo; el Obispo José Luis Retana, o el presidente de Afecir, David Bernal.

Junto a ellos, asistieron numerosos diputados provinciales, procuradores en las Cortes de Castilla y León, y diputados nacionales, el delegado territorial de la Junta en Salamanca, y representantes de municipios como Santa Marta de Tormes, Almeida o Guarda. De igual modo, de la comitiva –animada por la Banda Municipal de Música- formaron parte la Corte de Honor del Carnaval, con Clara del Río Pérez de Burgos (de brazo del pregonero), y Noelia y Marta Maíllo Pérez de Burgos, acompañadas como damos charros por Pablo del Río y Alejandro Moreiro, respectivamente.

La mayoría de ellos se adentraron en el salón de plenos de la Casa Consistorial, donde se entregó a El Niño de la Capea la insignia de la ciudad, antes de que firmase en el Libro de Honor. Antes del momento del Pregoncillo en sí, que se hizo de rogar (parte del público presente -no muy numeroso, ya que estaba lloviendo- había empezado incluso a silbar), hubo otro momento más en el salón de plenos, con la entrega a Mañueco de un escrito por parte de varios ganaderos y agricultores.

En lo que respecta al Pregoncillo en sí, El Niño de la Capea destacó que una breve intervención que era “un honor” poder ser el pregonero mayor el primer año en el cual el coso taurino tiene la Declaración de Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, deseándole una “larga vida a los Carnavales”.