Esta ruta por los acantilados sobre el río Pisuerga atraviesa el Cerro de Altamira.
La Senda de los Cortados de Cabezón de Pisuerga dura unas tres horas por casi nueve kilómetros, es una ruta circular que arranca en el propio municipio.
El recorrido comienza en la zona de bodegas. Desde aquí se encara el ascenso del Cerro de Altamira por su cara oeste, avanzando entre pinos carrascos.
Una vez alcanzada la parte más alta del Páramo de Valdecastro, hay que admirar las impresionantes vistas de la Vega del Pisuerga y los Montes Torozos. Destaca el particular trazado del municipio, dividido en dos por su majestuoso puente medieval, de origen romano. En días claros podemos distinguir varias poblaciones lejanas y, al atardecer, las puestas de sol resultarán inolvidables.
La ruta continúa por el sendero marcado, con leves ondulaciones, llegando a divisar los cortados, formaciones esculpidas caprichosamente por el río durante siglos y que ponen en contacto bruscamente la superficie de los páramos con el fondo del valle, con un desnivel de hasta 140 metros a las orillas del Pisuerga. Desde este impresionante mirador natural, divisamos, el Monasterio de Santa María de Palazuelos, cabeza de la Orden del Císter en Castilla durante 3 siglos.
Es común encontrarse en el suelo con cristales de yeso, debido a la geología particular del terreno. Además, al ser zona protegida incluida en la Red Natura 2000, existe una rica fauna de aves junto a las riberas del Pisuerga.
Tras dejar atrás los campos de cultivo, la senda que nos lleva nuevamente a los cortados, para esta vez, admirarlos desde abajo, sin duda, uno de los paisajes naturales más singulares de la provincia de Valladolid. El sendero continúa en un nivel intermedio del páramo, en paralelo al río, hasta llegar nuevamente al pueblo.
Fotos y fuente: Diputación de Valladolid.