La Organización de Consumidores y Usuarios publica una serie de recomendaciones para proteger la piel durante estos meses.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un informe sobre la protección solar en invierno. No es necesario que se trate de un día radiante para que las radiaciones solares supongan una amenaza para la piel, ya que las nubes, en cualquier momento del año, reducen la radiación solar pero no son capaces de bloquear completamente los rayos UV del sol: se estima que pueden reducir los niveles de UV en un 50%, pero la piel puede seguir expuesta a radiaciones aunque el día este nublado. Y lo mismo vale aunque haya niebla: en esas condiciones, aunque a priori no lo veas, puede ser necesario utilizar una crema solar.
Si vas a esquiar o a practicar snownboard, o si sales a la montaña a realizar cualquier tipo de actividad, es muy recomendable llevar protección solar, pues se produce la combinación de varios factores que incrementan el riesgo:
El efecto más visible de la radiación solar en la piel son las quemaduras solares, reacciones fototóxicas y fotoalérgicas, pero no es el único: también puede producir envejecimiento prematuro de la piel, daños en el ADN, inmunodepresión y cáncer de piel.