Martes, 14 de mayo de 2024
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San Sebastián procesiona por Miróbriga acompañado por una multitud pese al frío
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CIUDAD RODRIGO | SAN SEBASTIÁN

San Sebastián procesiona por Miróbriga acompañado por una multitud pese al frío

Actualizado 20/01/2024 21:42
David Rodriguez

La Coral Dámaso Ledesma y la Banda Municipal de Música interpretaron el Himno a Ciudad Rodrigo en la Plaza Mayor

Finalizada la solemne eucaristía en la Catedral de Santa María, llegó el momento de que San Sebastián pusiese rumbo a la Parroquia de San Cristóbal, donde se encuentra el resto del año. Un año más, San Sebastián hizo este recorrido acompañado por una multitud de mirobrigenses y forasteros, pese al intenso frío reinante: al paso de la comitiva por la Plaza Mayor, el termómetro de la Farmacia Dorado marcaba -a la sombra- sólo 3,5ºC.

Por lo menos, durante toda la mañana del sábado lució en Ciudad Rodrigo un sol radiante, lo que hizo que todos los que pudieron buscasen los rayos de sol, en el mismo ágora, o por ejemplo junto a la Puerta de las Cadenas de la Catedral mientras San Sebastián era sacado por el Pórtico del Perdón, momento en que se interpretó por primera vez el Himno de España por parte de la Banda Municipal de Música.

Esta interpretación fue seguida con gran solemnidad por todos los presentes, ocupando una posición destacada los mayordomos, Alberto Martín Calvarro, Ángel Eduardo Martín Calvarro, Manuel Martín Martín y Juan Luis Alonso Moro, los miembros de la Corporación Municipal encabezados por Marcos Iglesias, el Jefe de la Policía Local, el diputado Gerardo Marcos y los numerosos mandos militares y de la Guardia Civil que por segundo año consecutivo han aceptado la invitación de la Cofradía para participar en los actos de celebración del patrón de Ciudad Rodrigo. Mientras tanto, la imagen estaba dispuesta para salir del Pórtico con la compañía de las autoridades religiosas encabezadas por el Obispo.

La comitiva encabezada por los redoblantes (Mariano Martín, Chema Pacheco y Sergio Cardoso), varios monaguillos (la mayoría alumnos del Seminario) y el pendón de la Cofradía portado por Toti se dirigió en primer lugar a la Plaza Mayor, donde San Sebastián fue recibido por el sonido del Reloj Suelto desde lo alto de la Casa Consistorial. Como también se hizo el año pasado, hubo un acto en el ágora, consistente en la lectura de una reflexión por parte del presidente de la Cofradía, Alberto Sánchez Bravo, y la interpretación del Himno a Ciudad Rodrigo por la Coral Dámaso Ledesma y este año también la Banda Municipal de Música.

Tras ello se cogió la calle Madrid para (con guerra de aníses incluida en el entorno de la Puerta del Conde) ir descendiendo hacia la Parroquia de San Cristóbal, encontrándose el patrón con numerosos mirobrigenses esperándole por ejemplo en el Registro o en la zona del Monumento al Garrochista, por la que accedió al Parque de La Glorieta, para continuar por Lorenza Iglesias y San Cristóbal y alcanzar su destino. De forma previa a ser introducido en el templo (momento en el que se produjo el principal ‘susto’ de la mañana, con una peligrosísima inclinación de la imagen), la Banda de Música interpretó de nuevo el Himno de España.

San Sebastián fue recibido en ‘su’ Parroquia con la interpretación de su Himno por parte del Coro. A continuación, el Obispo José Luis Retana pronunció una última oración e impartió la bendición, procediendo a continuación todos aquellos que quisieron a venerar la reliquia de San Sebastián, únicamente con una reverencia con la cabeza, tal y como indicó el párroco y capellán de la Cofradía, Rafael Caño (que previamente había presidido una eucaristía en el templo, donde desde el lunes se oficiará un triduo en honor al patrón).

A partir de ahí, fue turno para regresar al centro histórico, con el mismo buen ritmo (e incluso superior, ya que ahora no había que hacer parones) que había transcurrido la procesión en sí. Dentro del recinto amurallado, se siguió la secuencia habitual, despidiendo a los miembros del Cabildo Catedralicio, al Obispo y a la Corporación Municipal, en éste último caso en la Plaza Mayor, donde la Banda Municipal de Música también dijo adiós, tocando como es tradición el Forastero.

La despedida definitiva se produjo en la calle Madrid, a las puertas de la casa de dos de los mayordomos, aunque acto seguido todos los presentes se dirigieron a tomar un aperitivo al Palacio de Montarco (a cuyas puertas estuvieron aparcados toda la mañana los vehículos que trajeron a los mandos militares).