El espacio, que permanece cerrado desde octubre, iniciará una nueva etapa bajo el paraguas del Ayuntamiento
El Centro Social Aldea de Ciudad Rodrigo ha decidido renunciar a la gestión de la emblemática Bibliocaseta que impulsaron con la colaboración del Ayuntamiento en el conocido como Kiosco de Maura (junto al Parque de La Glorieta) en el año 2016, para brindar a toda la ciudadanía la posibilidad de disfrutar de la Biblioteca Social con la que contaban en sus dependencias. Durante estos años, la Bibliocaseta ha tenido una gran aceptación, aunque también ha sufrido un cierre prolongado por la pandemia, y varios ataques vandálicos de gravedad, incluido un incendio que la destruyó por completo en el verano de 2021.
Precisamente, fue días después de ese grave ataque cuando el Centro Social Aldea y el Ayuntamiento renovaron el convenio suscrito en su día para la gestión del espacio (ya que el inmueble es municipal). Teniendo en cuenta que la Bibliocaseta lleva cerrada desde octubre por “destrozos y desorden” (según el cartel situado a sus puertas), el Ayuntamiento se puso en contacto hace unas semanas -de la mano del funcionario Tomás Domínguez- con el Centro Social Aldea, para mostrar la voluntad del Consistorio de hacerse cargo de la gestión, para así reabrirla.
Para ello, desde el Ayuntamiento se solicitó al Centro Social Aldea que renunciase por escrito a la efectividad del convenio existente, accediendo el Centro “gustosamente a tal ofrecimiento”, ya que entienden que la Bibliocaseta “va a recuperar su normal funcionamiento” y que su renuncia “no va a menoscabar ni la oferta cultural que supone su existencia ni el carácter de libre acceso y trasiego de libros que inspiraron su nacimiento” (hay varias personas dispuestas a hacerse cargo de la misma bajo el paraguas del Ayuntamiento).
En el escrito que se ha colgado en la propia Bibliocaseta para informar a la ciudadanía de la situación se invita al Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo a retomar las conversaciones sobre la viabilidad de utilizar el otro antiguo kiosco de la zona también en desuso, para así “poder ampliar la oferta cultural que supone esta iniciativa más que aplaudida, alabada y mayoritariamente apoyada por la ciudadanía”.