En una tarde de baja temperatura, pero sin demasiado frío, la Cabalgata fue bastante ágil
De igual modo que ocurrió hace exactamente cinco semanas con el encendido del alumbrado navideño (y tal y como volverá a ocurrir dentro de otras cinco con el arranque del Carnaval del Toro), Ciudad Rodrigo vivió otra tarde-noche de viernes de explosión festiva, en este caso con el culmen de las Navidades en la ciudad: la gran Cabalgata de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente que han preparado con ahínco en las últimas semanas los Amigos de la Ilusión.
Tras realizar durante el primer tramo de la tarde la preceptiva visita a varias de las residencias de ancianos de la ciudad, los Magos se dirigieron a la nave situada junto a la Escuela Infantil José Manuel Hidalgo, para subirse a las carrozas que los Amigos de la Ilusión les habían preparado, en esta ocasión inspiradas en el mundo marino.
En concreto, la base de las carrozas eran los cofres que llevaron los Magos al Niño Jesús (es decir, oro, incienso y mirra), de los que salían grandes olas azules adornadas con múltiples luces, y con numerosos motivos también marinos como peces (incluido Nemo o Dory) o estrellas de mar. Incidiendo en ese ambiente, los Magos fueron acompañados en sus carrozas, además de por su respectivo paje como es habitual, de una sirena (que era la gran sorpresa de este año).
Estas sirenas fueron sacadas a la ‘sillita de la reina’ desde la nave hacia las carrozas, justo en el momento de arrancar la Cabalgata, que fue encabezada por agentes de la Policía Local a pie, por un vehículo de la Guardia Civil y otro de los Bomberos de Ciudad Rodrigo (que fueron haciendo sonar sus sirenas durante el trayecto). A continuación, como primera ‘carroza’, iba un copo de nieve, como preludio de varios grupos de animación, principalmente a pie (Bobolino y Piruleta, unos Minions, Buzz Lightyear, Mr. Potato, unos patinadores disfrazados también con elementos marinos, unos duendes, etc.).
Intercalados entre esos grupos iban un vehículo con focas marinas (desde el cual se lanzó confeti en la Plaza Mayor) y una carroza estrenada el año pasado con diversos elementos lumínicos como ciervos y estrellas (que se ha renovado). La Cabalgata continuaba con el Cartero Real (también con paje), una Estrella de Belén a base de leds, dos agentes de la Guardia Civil en moto, y varios muñecos y animales a pie, como Mickey y Minnie.
Por supuesto el tramo culminante de la comitiva eran las carrozas de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, rodeadas por un cordón de seguridad del que se encargaban miembros del Grupo Scout Kennedy, cerrando el trayecto un vehículo de la organización, una ambulancia de Cruz Roja y un segundo vehículo de los Bomberos.
Pese a ser una comitiva muy amplia, la Cabalgata fue muy ágil, empleándose una hora exacta en completar el trayecto clásico de este evento, que se recuperaba después de que el año pasado se hiciese una ruta alternativa por las obras de la Avenida de España. Así, la Cabalgata transcurrió por la Avenida de Arcachon, calle García Lorca, Tres Columnas, Avenida de Salamanca, Avenida de España, calle San Fernando, Santa Clara, Glorieta del Árbol Gordo, Avenida de España, Avenida de Yurramendi (el paso por la bóveda grande de las Puertas de Amayuelas volvió a ser delicado para las carrozas de los Magos por la altura), Plazuela de San Salvador, Díez Taravilla, Colada y Plaza Mayor.
Como es lógico, la Plaza Mayor fue el punto de máxima ebullición del recorrido, pero hubo otros puntos ‘calientes’, como la salida de la Cabalgata, varios puntos de la Avenida de Salamanca, todo el tramo de San Fernando, Santa Clara y Glorieta del Árbol Gordo (respecto a lo que era habitual, se ha suprimido el tránsito por Laguna y Avenida de Béjar, yendo directamente por Santa Clara), o el cruce de la Avenida de España con Yurramendi (en la Avenida de España, el tránsito se limitó obviamente a un solo carril tras la reforma).
Todos esos espectadores (que pasaron menos frío del previsto, pese a que la temperatura no superaba los 10ºC) estuvieron lo más ávidos posibles –llevando hasta bolsas- para intentar coger los caramelos que fueron repartiendo y lanzando los Magos y el resto de participantes en la Cabalgata, especialmente en la Plaza Mayor, donde se terminaron de distribuir todos los que traían, mientras iba sonando el Reloj Suelto anunciando la llegada de los Magos, que fue narrada por Joaquín Sánchez ‘Tato Galerías’ y la delegada de la Navidad, Paola Martín Muñoz.
Una vez ya estuvieron las carrozas aparcadas, se lanzaron fuegos artificiales desde lo alto de la Casa Consistorial, a la que subieron justo después los Reyes Magos. En la balconada les esperaban la gran mayoría de miembros de la Corporación Municipal, junto a unos cuantos niños. Alterando el orden habitual, lo primero que tuvo lugar fue la entrega por parte del alcalde Marcos Iglesias de la llave mágica que abre todas las casas, dirigiendo unas palabras a todos los presentes tanto el alcalde como los Magos.
A continuación, pasaron al salón de plenos, para unas cuantas fotos de familia y para reponer ligeramente fuerzas, antes de bajar a los tronos reales situados en los soportales de la Casa Consistorial, por donde pasaron a saludarles a partir de las 20.50 horas todos los niños que quisieron, recibiendo algunos caramelos a cambio, mientras el resto del público se iba para casa o se acercaba a tomar algo a algún bar del entorno.