Ha reafirmado que se sintió coaccionada por los investigados y que ese atosigamiento le produjo desasosiego y tristeza
La jugadora de la Selección Española Jennifer Hermoso ha ratificado este martes en la Audiencia Nacional que el beso que le propinó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales tras ganar el Mundial no fue consentido y que se sintió coaccionada. Ante los medios ha señalado que ahora "todo queda en manos de la justicia".
Fuentes jurídicas presentes en su comparecencia consultadas por Europa Press han confirmado que Hermoso ha ratificado ante el juez Francisco de Jorge lo que declaró en septiembre de 2023 ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, antes de que se incoasen diligencias.
Este martes, Hermoso ha insistido en que el beso fue inesperado y en ningún momento consentido. Asimismo, ha reiterado que después del beso, tanto en el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza, sufrió un atosigamiento constante que alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza, según dichas fuentes.
La jugadora ha declarado como testigo ante el Juzgado Central de Instrucción Número 1 durante más de dos horas en las que ha tenido que responder a las preguntas tanto del propio juez como de la fiscal del caso y el resto de partes. Acudía después de que un primer señalamiento --el pasado 28 de noviembre-- se aplazase porque dos defensas --entre ellas la del propio Rubiales-- solicitaran postergarlo al coincidir con otros procesos judiciales.
Al término de la comparecencia, la jugadora se ha acercado a la prensa para señalar que "ha ido todo bien" y que tras su testifical "ya todo queda en manos de la justicia". Asimismo ha agradecido el trato recibido por la prensa a lo largo de la instrucción y ha afirmado estár "muy bien" y "muy fuerte".
Cabe recordar que Hermoso, que este mismo lunes anunció su fichaje por el Tigres de México dejando el Pachuca, declaraba ante el juez que investiga a Rubiales por los presuntos delitos de agresión sexual y coacciones por el beso en la boca que le propinó a la jugadora en la entrega de trofeos del Mundial.
La jugadora, en su declaración ante la teniente fiscal, revelada por Telecinco, aseguró que no se había sentido respetada. "Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación", desveló.
"Me vi con el beso en la boca y ya directamente me bajé a la tarima con mis compañeras", rememoró Hermoso a preguntas de la fiscal. "Ni me lo esperaba", añadió la deportista. En este punto, la futbolista recordó que la victoria del Mundial fue un "hecho histórico" que costó "la vida conseguirlo".
"En ningún momento me podía esperar que pasara al final algo así (...) En una persona de confianza creo que nadie se esperaría que iba a usar ese momento para hacer algo así, por muy espontáneo que fuera", reprochó Hermoso, que también explicó que cuando bajó de la tarima contó lo sucedido con Rubiales a sus compañeras de equipo Alexia Putellas e Irene Paredes.
Fuentes jurídicas consultadas tras la declaración de este martes han señalado que básicamente ha repetido esa declaración primera, y han puesto el foco en que el instructor ha preguntado expresamente sobre si la jugadora fue poco a poco siendo consciente de la gravedad del hecho acaecido, algo que la futbolista ha confirmado.
De hecho, en el interrogatorio, en el que según fuentes consultadas ha tenido especial relevancia las preguntas de la abogada de Rubiales, Olga Tubau, se le ha expuesto a la jugadora una entrevista concedida por ella a la Cadena Cope realizada el mismo día de la consecución del título para tratar de demostrar que en un inicio el beso no pasó de ser una anécdota. Pero la jugadora, ante esto, ha incidido en que entonces ya dijo que el beso de Rubiales no le había gustado.
Otro de los puntos clave de la investigación y que ha salido este martes a relucir es si dio o no su consentimiento para que la RFEF emitiera un comunicado en su nombre en el viaje de vuelta del Mundial para intentar aplacar la polémica que poco a poco iba cogiendo relevancia. Si bien unas fuentes han señalado que ella ha explicado que su respuesta a la pregunta de si se podía publicar fue que hiciesen lo que quisieran pero que la dejaran en paz, otras fuentes presentes en la declaración han señalado que hoy ha indicado que no consintió expresamente que se publicara ese comunicado.
Hermoso también ha sido preguntada por su relación personal con el expresidente de la RFEF, y ha indicado que no tenían una amistad cercana, si bien ha afirmado que se llamaban por teléfono con frecuencia.
Ante el juez, Rubiales defendió que el beso fue una "muestra de afecto" que se produjo de forma "natural", a la luz de "millones de ojos" y que fue "con consentimiento". A preguntas del abogado de Hermoso, aseveró que se trataba de una "celebración totalmente extraordinaria", que preguntó a la jugadora antes de darle el beso y que ocurrió "con consentimiento".
"Sí le pregunté antes ¿cómo no le voy a respetar?", respondió a la pregunta de si consideraba que había respetado a la jugadora al besarla en la boca, para luego apuntar que Hermoso tras ese episodio "se fue muerta de risa" y dándole "dos cachetes en el costado".