Durante la tarde sabatina se llegaron a formar ‘atascos’ producto de los coches que subían y bajaban
La mítica Colada de Ciudad Rodrigo vivió una tarde sabatina de mucha ebullición, aunque en este caso no por sus bares como lustros atrás, sino por todos los vehículos que transitaron por la misma, bien entrando o saliendo del centro histórico.
El caso es que, debido a los coches aparcados a ambos lados de la calzada (como se puede ver en las imágenes, la parte trasera de alguno casi la invadía), en algunos puntos sólo podía pasar un vehículo a la vez, generándose incluso ‘atascos’ que se prolongaban a Díez Taravilla, como en el momento de tomarse las imágenes sobre las 19.10 horas, momento en que los peatones tuvieron que tener más de mil ojos a la hora de andar por la vía.
Por cierto, que entre todos esos vehículos que estuvieron durante la tarde del sábado en el centro histórico de Ciudad Rodrigo hubo bastantes portugueses, deparando entre todos unas horas de mucha animación, especialmente en la Plaza Mayor, debido a la visita del Cartero Real, a los bares de la misma, o al tren turístico, que también tuvo una alta demanda.