La asociación Tod@vía coloca una placa en el recinto donde fueron enterrados algunos de los fallecidos en el tunel 1
138 años después del accidente del tunel 1, los carrilanos que dieron su vida en la construcción de la vía férrea La Fuente de San Esteban-Barca d'Alva han recibido un merecido homenaje póstumo de la sociedad civil, y su recuerdo quedará plasmado para siempre en la placa colocada en el recinto donde fueron enterrados los 10 cadáveres rescatados del túnel varias semanas después del suceso.
El acto de homenaje, promovido por la Asociación de Frontera Tod@vía 'por una vía sostenible', se vivió con intensa emoción por parte de los asistentes.
El presidente de Tod@vía, Carlos Almedral, abrió el acto recordando el suceso acaecido el día 15 de junio de 1885 -la inundación por una fuerte tromba de agua del tunel 1 cuando que dejó sepultadas a 29 carrilanos que trabajaban en la construcción del primero de los 20 túneles de la vía férrea -. Se leyeron los nombres de los fallecidos en este accidente, gente joven, mayoritariamente, procedente de distintas provincias.
Posteriormente se procedió al descubrimiento de la placa obra de Felix Torres, artesano joyero y gran luchador por la recuperacción de esta vía, La Línea del Duero. A continuación se guardó un minuto de silencio y se colocaron dos ramos de flores en la entrada del recinto, mientras el sonido del pitido de una locomotora resonaba en el lugar.
Seguidamente, el profesor portugués Carlos d'Abreu dio lectura de un poema en portugués en homenaje a los que perdieron la vida en esta construcción.
Entre las autoridades asistentes al acto cabe destacar la presencia del diputado de Turismo, Juan Carlos Zaballos, el representante institucional de Renfe en Castilla y León, Teodomiro González, y algunos de los alcaldes de los pueblos por los que discurre la línea férrea: La Fuente de San Esteban, Boada, Lumbrales, Hinojosa de Duero y La Fregeneda.
Tanto el responsable de Renfe como el diputado de Turismo destacaron el trabajo realizado por la Asociación Tod@via, y mostraron su firme compromiso con el desarrollo turístico de la vía férrea, Juan Carlos Zaballos también destacó la apuesta de la Diputación con Camino de Hierro, aunque se mostró convencido de continuar dando pasos para mejorar la vía como recurso turístico. También intervinieron los alcaldes de La Fuente de San Esteban y de La Fregeneda, Paco Cañamero y Manuel Alonso para enfatizar las potencialidades de la vía férrea y el trabajo realizado por Tod@vía.
Un vino de honor en la estación de Valdenoguera, en La Fregeneda, puso el broche a un acto promovido por la Asociación Tod@vía, colectivo que lleva más de una década reivindicando con diversas acciones la recuperación de la vía férrea La Fuente de San Esteban-La Fregeneda-Barca d´Alva, no solo como patrimonio cultural (es la única línea férrea declarada Bien de Interés Cultural con categoría de monumento) sino también como motor de desarrollo para todo el oeste salmantino con su reapertura para usos turísticos.
SUCESO Y NOMBRES
El 15 de junio de 1885 una impresionante tormenta descargó toda su fuerza en el valle de Valdenoguera, cuando cientos de carrilanos se afanaban por horadar el primero de los túneles de la vía férrea que conectaría Oporto con Salamanca y con Europa. 29 personas quedaron sepultadas dentro bajo una capa de lodo y escombros arrastrados por la riada. Tardaron tres semanas en sacarlos en unas condiciones penosas: sus cuerpos estaban putrefactos por el avanzado estado de descomposición. Los sacaron por uno de los pozos de ventilación, envueltos en mantas y dentro de cajas de madera rociadas con cal. Y se apresuraron a enterrarlos en el lugar más próximo que encontraron para evitar una epidemia. El gobernador civil dio permiso para la creación de un cementerio, una fosa común en realidad, a pocos metros de donde fueron encontrados.
Hoy, 138 años, 5 meses y 24 días más tarde, en ese recinto -localizado y recuperado por la asociación Tod@vía- se ha colocado una placa IN MEMORIAN de esos 29 carrilanos, cuyos nombres se conocen, y de todos los que dieron la vida trabajando en la contrucción de la vía férrea La Fuente de San Esteban-Barca d'Alva.
Estos son los nombres de los fallecidos en el túnel 1, según figura en el Registro Parroquial de la iglesia de San Marcos de La Fregeneda.
Los capataces Manuel Fernández Rodríguez, de 30 años, y Ramón Castaño López, de 29, ambos solteros de la provincia de Lugo. Los mineros Francisco Pérez, 24 años (Lugo); Manuel García, 21 años, Santander; Andrés Sixto, casado (Lugo); Juan y Lorenzo Villamor Mariño, hermanos de 19 y 30 años, (Lugo); Pedro Castro Fernández, de 60 años, (Lugo); Castor Losada, 30 años, Lugo; Antonio Vázquez, 24 años; Juan Rodríguez López, 28 años; Antonio Lázaro González, 27 años, (Lugo); Felipe Sixto; Florencio López, 24 años; José María Colen, portugués.
Los peones Casiano González Bolaño, de 30 años, (Orense); Antonio Luengo Martínez, 23 años, (León); Tomas Seijas, 19 años, (Lugo); Marcelino Pombo, 26 años, (Lugo); Gumersindo Cumbeiro Sánchez; Justo Pérez Iglesias, 16 años, (Zamora); Maximino López Seijas, 15 años, (Lugo); Gerardo González; Jesús Fernández, 23 años, (Pontevedra) y Constantino Quintela, 23 años, (Orense); León Sixto, 24 años; y Antonio Lence, (Lugo). Y el boyero Domingo Cordero, de Piamonte (Turín) Italia.