Al acto asistió la viuda de quién impulsó la Estación en plena Transición Española, sus hijos y una nieta
Concluido el acto de firma del protocolo de ampliación de Las Viñas I, todos los presentes, encabezados por el presidente de la Junta de Castilla y León Alfonso Fernández Mañueco y el alcalde de Ciudad Rodrigo Marcos Iglesias, pusieron rumbo (la mayoría de ellos a pie) a la Estación de Autobuses, para continuar este “día fantástico para situar a Ciudad Rodrigo en el lugar que le corresponde” –según Mañueco- procediendo a la inauguración de su nueva etapa, en la que además de imagen estrena nombre, el de Salvador Sánchez-Terán.
Precisamente, de esa comitiva formaron parte la viuda de Sánchez-Terán, Pilar, sus hijos Ignacio y Fernando, y una nieta, Cristina, que fue la encargada directa de descubrir la nueva placa conmemorativa de la inauguración, que está situada en el interior de la Estación, a escasos metros de la que lucía en el exterior el nombre de su abuelo desde que la inauguró en mayo de 1978 siendo Ministro de Transportes y Comunicaciones con Adolfo Suárez.
Sobre Sánchez-Terán, el alcalde había resaltado en el acto en la Casa Consistorial que “su legado en Ciudad Rodrigo es evidente; ha llevado el nombre de Ciudad Rodrigo por el mundo, nos tuvo un trato muy cariñoso”, subrayando que “era defensor nato de Ciudad Rodrigo y colaborador con la Alcaldía”.
En la misma línea, el presidente de la Junta indicó que “ha sido un enamorado de Ciudad Rodrigo”, queriendo destacar “en los tiempos que corren, al Salvador español, un hombre clave en la Transición del país, con altura de miras”, evocando que su “habilidad y discreción fueron imprescindibles para la vuelta de Tarradellas y el restablecimiento de la Generalitat de Cataluña como pieza vital para el país”. Así, aludió a su “figura como español y comprometido con la democracia y la España de las autonomías”.
Dentro de estas intervenciones, se recordó que el bautismo de la Estación con el nombre de Sánchez-Terán surgió tras su fallecimiento en la Nochevieja de 2022, cuando Marcos Iglesias llamó a Mañueco para hacerle la propuesta, que fue aceptada, entendiendo el presidente de la Junta que esta denominación “engrandece a la Estación de Autobuses y a Ciudad Rodrigo”.
La placa que recordaba la inauguración original de la Estación siendo ministro Sánchez-Terán estaba situada en la entrada al recinto por la calle Campo de Toledo, que era hasta la reforma la entrada principal a la Estación, posición que ocupa desde ahora el nuevo acceso que se ha creado en el lateral del edificio que da a la Avenida de Yurramendi. Como apuntó el alcalde Marcos Iglesias, la Estación “conserva la esencia en cuanto a estructura, pero la renovación es íntegra”, añadiendo Alfonso Fernández Mañueco que “está en el mismo sitio, pero la remodelación es total”.
Esta renovación ha llegado a su conclusión tras un largo periplo, ya que tras numerosos años de reivindicaciones (en los que hubo incluso que hacer intervenciones de urgencia por desprendimientos), se dio el visto bueno al proyecto desde la Junta, gracias a los fondos europeos de recuperación, pero se demoró más de lo deseado al ser necesarias varias licitaciones (en las que fue aumentando el presupuesto) hasta que apareció una empresa interesada en ejecutar el proyecto.
Marcos Iglesias hizo hincapié en que, además de la Estación (cuya reforma ha costado más de un millón de euros), “se ha adecuado el entorno”, con la “idea de un Ciudad Rodrigo moderno y actualizado”, para lo cual “también hemos contado con la Junta” (aportó fondos para renovar la Avenida de España, Campo de Toledo, San Albín y Plaza de Herradores).
Según datos desvelados por el alcalde, la Estación mirobrigense envuelve 197 frecuencias de autobús, pasando cada año por la misma unos 250.000 viajeros. Aunque se haya inaugurado oficialmente, de momento ‘está vacía’ en lo que se refiere a las taquillas de las compañías o la cafetería.