La plaza del Liceo acogía las actividades organizadas por el Comité Antisida de Salamanca
Este viernes, 1 de diciembre, es el día escogido por Naciones Unidas para conmemorar mundialmente la lucha contra el sida; una oportunidad anual única para visibilizar, sensibilizar e incidir sobre la importancia de la prevención, así como cambiar la imagen estigmatizante del VIH/sida que aún prevalece entre la población.
Con motivo de esta conmemoración del Día Mundial de Respuesta al VIH/sida, el Comité Antisida de Salamanca organiza una actividad de prevención y promoción en Salamanca que tendrá lugar en la Plaza del Liceo, el viernes de diciembre de 11:00 a 19:00 horas, donde se encontrará sy tradicional carpa.
En el trascurso del día entregaran a los/as transeúntes de esta zona céntrica de Salamanca, material de prevención, preservativos masculinos y femeninos, folletos con información sobre nuestra asociación y el trabajo que desarrollamos, además de material impreso con información sobre VIH/sida, ITS, y prevención en general.
Además a las 13 horas, delante de nuestra carpa realizaremos un lazo rojo humano y leeremos el manifiesto de este 1 de diciembre 2023.
Envejecimiento y calidad de vida para las personas que viven con VIH
Cada año nos unimos en las calles, alzando nuestras voces en un clamor por los derechos que merecemos. Aquí estamos, defendiendo que las personas con VIH seamos protagonistas indiscutibles en cada aspecto de nuestra salud.
¡Vivimos, resistimos, amamos y… envejecemos! Esta es nuestra historia, un testimonio de coraje que ha transformado el mundo, pero este cambio no habría sido posible sin muchas de las personas que ya no están y a las que hoy queremos recordar de manera muy especial. Muchas personas se fueron y las que quedamos construimos una comunidad aferrándonos las unas a las otras, y durante muchos años aprendiendo a morir, a vivir sin planes y sin futuro. Hoy somos supervivientes y seguimos aprendiendo, pero esta vez aprendemos a envejecer y nos atrevemos a soñarnos en la vejez y a hacer planes de vida.
Es cierto que vivimos más y mejor, pero seguimos teniendo retos. Echando la vista atrás, hace 40 años nos unimos en la lucha por la igualdad, enfrentando no solo la epidemia del VIH, sino también desafiando las normas de género impuestas.
De esta forma, empezamos a crear comunidad, una comunidad que ha recorrido un camino que no ha sido fácil, un camino en el que hemos peleado por el derecho a la vida, una vida sin estigmas ni discriminación, por el derecho a una vida plena.
Empezamos exigiendo recursos para la investigación y acompañando a quienes se despedían en los momentos más difíciles de la pandemia. Empezamos luchando por el derecho a vivir, para exigir recursos para la investigación y al mismo tiempo, creábamos redes comunitarias para acompañar a morir. Eran los tiempos más difíciles de la pandemia. Con la llegada de los primeros antirretrovirales, luchamos por reducir toxicidades y aprendimos a abrazar una esperanza de vida renovada.
Nos encontramos en un momento de cambio, con la cronicidad como telón de fondo. Debemos avanzar hacia un modelo de cuidados más integral y centrado en las necesidades individuales, no solo las médicas, sino también las psicosociales, con equidad.
La comunidad que construimos está más viva y más fuerte que nunca, porque seguimos teniendo mucho camino por andar y muchas voces que levantar en busca de una justicia social que siempre se ha negado a las personas que llevamos muchos años viviendo con el VIH: acceso al mercado laboral, precariedad de aquellas personas perceptoras de rentas mínimas o de pensiones no contributivas.
Si queremos mejorar nuestra salud, se hace cada vez más necesaria la implementación en las unidades de VIH de intervenciones sencillas, que permitan identificar y manejar en la consulta problemas y trastornos que deterioran la calidad de vida de los pacientes. Estas intervenciones deben tener en cuenta nuestras singularidades: la de las mujeres; la de las personas migrantes; de las privadas de libertad; de las mayores; de las usuarias de Chemsex y de las personas superVIHvientes.
La cronicidad, los avances de ONUSIDA y los efectos de los antirretrovirales nos acercan al fin de la pandemia, pero anhelamos más: la cura definitiva para el VIH. Sigamos enfrentando este desafío conjuntamente, desmontando estigmas, escribiendo una historia de superación que ya lleva más de 40 años.
Sí, envejecemos y disfrutamos de vernos y tocarnos y sentirnos en la vejez porque muchas de las personas que vivimos con VIH jamás pensamos que fuéramos a hacernos mayores, porque nos diagnosticaron cuando el VIH era una sentencia de muerte y tuvimos, con el tiempo, que aprender a vivir. Aunque no todas las personas tuvieron esa suerte y a esas, a esas todavía las llevamos en el corazón y les rendimos un homenaje con nuestra sonrisa.
Un año más, nos encontramos aquí desde la comunidad para decir a las personas con VIH que viven la soledad no deseada, que estamos con ellas y para renovar nuestro compromiso para que llegue el día en el que podamos ver una generación libre de VIH.
Para seguir conquistando nuestro derecho a vivir y a morir libres de discriminación.
Para que los avances en derechos sociales estén alineados de una vez por todas con los avances médicos y científicos.
¡Para llegar a este objetivo decimos alto y claro, nada sobre nosotras sin nosotras, nos queremos juntas y VIHVAS!