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Los propietarios se pasan al alquiler por temporada
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esquivar la ley de vivienda

Los propietarios se pasan al alquiler por temporada

Actualizado 24/11/2023 13:49
Redacción

A pesar de ser poco representativo en Salamanca, este tipo de arrendamiento se ha incrementado un 16% en el último trimestre

En Salamanca el alquiler por temporada es poco representativo, ya que tan solo un 1% de los alquileres se hacen en esta modalidad. Sin embargo, la capital sí registra la misma tendencia que el resto de España: sube la oferta de arrendamiento por temporada (8% en el último año y 16% en el último trimestre).

Los alquileres por temporada están siendo uno de los principales protagonistas desde la aprobación de la Ley de Vivienda y en el tercer trimestre de 2023 alcanza al 10% de todas las viviendas en el mercado, según un estudio publicado por Idealista. El crecimiento de este tipo de alquileres se ha disparado durante el tercer trimestre, coincidiendo con el periodo tras la aprobación de la legislación en materia de alquileres, y la oferta ha aumentado un 39%. En este mismo periodo, las viviendas en alquiler permanente (las regidas por la LAU) se han seguido reduciendo (-1%), acumulando una caída interanual del 12%. En Salamanca, la oferta ha bajado un diez por ciento en el último año, pero sin embargo, también se ha incrementado en un cuatro por ciento en el último trimestre.

¿Qué son los alquileres por temporada?

Los alquileres de temporada son aquellos que no se destinan a satisfacer una necesidad permanente de vivienda, sino que sirven al alojamiento durante un periodo de tiempo muy concreto (por lo general, inferior al año). Se rigen por la voluntad de las partes, la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil. Quedan fuera del ámbito de aplicación de la reciente Ley de Vivienda, por lo que no se ven afectados, entre otros aspectos, por las limitaciones en las actualizaciones de la renta o las prórrogas extraordinarias del contrato.

Esto ha provocado que su impacto haya sido mayor en los grandes mercados y, sobre todo, en aquellos en los que los gestores públicos han anunciado su interés por aplicar un efectivo control de precios (particularmente, en las llamadas zonas tensionadas).

En San Sebastián el 32% de las viviendas que se ofrecen lo hacen para el alquiler de temporada, mientras que en Barcelona lo hacen el 28% del total. Les siguen Cádiz (17%), Santander (16%), Málaga (15%) y Tarragona (15%). Por debajo de esta cifra se encuentran los mercados de Valencia (13%), Madrid (11%), Alicante (10%) y Girona (10%).

Por el contrario, en las zonas menos tensionadas esta modalidad temporal es prácticamente inexistente, ya que en 16 capitales el peso de la misma sobre el mercado ronda el 1%. Se trata de las ciudades de Albacete, Ciudad Real, Ourense, Logroño, Lleida, Guadalajara, Cáceres, Salamanca, Melilla, Zamora, Valladolid, Badajoz, Teruel, Palencia, Murcia y Segovia.

Subidas meteóricas en el volumen de alquileres por temporada

Entre los grandes mercados el mayor incremento de la oferta de temporada se ha dado en Málaga, que cuenta con un 126% más que hace un trimestre, seguido por Sevilla (93%), San Sebastián (55%), Valencia (49%), Alicante (46%), Barcelona (45%) y Bilbao (41%). En Madrid, por su parte, la oferta de alquileres temporales ha crecido un 28% en los últimos 3 meses.

Los mayores y más espectaculares incrementos de oferta de este tipo se han dado en pequeños mercados donde este fenómeno era hasta ahora prácticamente inexistente y en los que la aparición de un puñado de anuncios ha provocado subidas muy pronunciadas. Son los casos de Huesca (367%), Huelva (292%) o A Coruña (290%). Por el contrario, en solo dos capitales los alquileres temporales se han reducido durante estos tres meses: Zamora (-60%) y Palencia (-12%).

Los alquileres permanentes siguen cayendo

En paralelo a estos crecimientos, los alquileres de larga estancia siguen cayendo desde la aprobación de la Ley de Vivienda. En un total de 6 capitales la reducción de la oferta disponible ha sido superior al 10% en este trimestre. La mayor caída la encontramos en Palma, donde la oferta se ha reducido un 19%, seguida por Las Palmas de Gran Canaria (-18%), Córdoba (-14%), Oviedo (-14%), Castellón de la Plana (-12%) y Bilbao (-10%). Entre los grandes mercados la oferta se redujo también en San Sebastián (-7%), Málaga (-6%), Alicante (-6%), Barcelona (-4%) y Madrid (-3%). Valencia (con un crecimiento del 7%) y Sevilla (13%) son los únicos grandes mercados en los que la oferta se ha incrementado.

Si analizamos el mercado de forma interanual, comparando la oferta del tercer trimestre de 2022 con la del mismo periodo de 2023 las caídas son todavía más significativas. El mayor descenso es el de Las Palmas de Gran Canaria, donde se han reducido un 42%. A continuación se sitúan los descensos de Bilbao (-32%), Granada (-30%), Ourense (-28%), Zamora (-27%) y Madrid (-26% menos viviendas en alquiler que hace un año). Las pérdidas de oferta son generalizadas en el resto de grandes mercados, con descensos del 19% en Sevilla, 15% en Málaga, del 14% en Valencia, 13% en San Sebastián y 12% en Barcelona.

Para Francisco Iñareta, portavoz de idealista, “la explosión de los alquileres de temporada está directamente relacionada con la entrada en vigor de la Ley de Vivienda. Con el inicio de las medidas punitivas y coercitivas contra los propietarios, muchos de ellos decidieron sacar sus propiedades del mercado. Una vez aprobada la Ley, lejos de retornar al mercado de alquileres permanentes, un número cada vez mayor opta por pasarse a los arrendamientos de temporada que, si bien tienen claras limitaciones, ofrecen al propietario un entorno menos rígido y perfectamente legal. Esta tendencia vuelve a poner de manifiesto lo pernicioso de legislar sin contar con el mínimo consenso de los actores implicados y sin tener en cuenta que los propietarios, lejos de ser el problema son una parte muy relevante de la solución. Como ya se vaticinó, el efecto final de la aprobación de la Ley de Vivienda es perverso y justo contrario al deseado: menos producto en el mercado, precios más altos y mucha más presión y dificultad en el acceso a la vivienda”.