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Varios jóvenes presumen de su fe en la presentación del balance del año 2022 de la Diócesis
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CIUDAD RODRIGO | DIÓCESIS

Varios jóvenes presumen de su fe en la presentación del balance del año 2022 de la Diócesis

Actualizado 07/11/2023 19:20

Los ingresos ordinarios de la Diócesis en 2022 fueron de 2.152.715,93€; y los gastos, notablemente superiores, de 2.624.031,57€

La Iglesia Católica celebrará el próximo domingo 12 el ‘Día de la Iglesia Diocesana 2023’, que tiene como trasfondo “mostrar todo lo bueno que hace la Iglesia en sus parroquias”, en palabras del Obispo José Luis Retana, quién resaltó que “la Diócesis la llevamos entre todos”, y por ende “hay que ayudar”, con la oración, con tiempo o con dinero. Como es tradición, la Diócesis de Ciudad Rodrigo ha aprovechado las ‘vísperas’ de la celebración para hacer balance del año anterior, en esta ocasión con un formato diferente, al hilo del lema que tiene la conmemoración: Orgullosos de nuestra fe.

En este sentido, varios jóvenes que ejercen como catequistas en las parroquias de San Cristóbal, El Salvador y San Andrés se acercaron al salón de actos Obispo Mazarrasa del Palacio Episcopal para dar su testimonio, resaltando la delegada de Comunicación de la Diócesis, Silvia García Rojo, que “no es fácil” que los jóvenes digan que están “orgullosos de su fe”.

Así por ejemplo intervino Estela, quién explicó que mientras estudiaba la carrera de Medicina estuvo en una residencia católica donde no había problemas con la fe, ya que se hacían incluso celebraciones, pero en la Facultad prefería tenerlo callado, por temor a ser apartada. Estela -que está preparando el MIR- explicó que hay jóvenes con miedo a enfermedades que “encuentran el refugio en la fe de que les va a ir bien”.

Por su parte, Mónica, que lleva 4 años dando Catequesis -tras descubrir que “el cristianismo es en lo que creo”- apuntó que los chavales a los que enseña, por aquello de la cercanía de edad, le hacen preguntas “que a los mayores no se atreven a hacer” en torno a la fe. Por último, Igor dijo en torno a su labor como catequista que “está guay inculcar a los pequeños los valores que te han enseñado”, apuntando que como seminarista no le han cuestionado tanto la fe como a otros jóvenes: “está claro que creemos en Dios”.

> El balance

Mientras que en años anteriores el acto tenía como eje desglosar el balance económico, este año se pasó más 'de puntillas’ por el mismo (sí se facilitó de forma íntegra a los medios), subrayando en todo caso el ecónomo diocesano, Manuel Domínguez, que la cuenta de resultados de la Diócesis aumentó un 15,4% en 2022 respecto a 2021, pasando de 2.347.205,58€ a 2.708.181,77€ tanto en materia de ingresos como de gastos.

Eso sí, para que eso fuese posible, fue necesario contribuir a los ingresos con una financiación de 458.619,65€ para dejarlos equilibrados a los gastos. De hecho, los ingresos ordinarios de la Diócesis en 2022 fueron de 2.152.715,93€; y los gastos, notablemente superiores, 2.624.031,57€ (se resaltó que la Diócesis trabaja con hasta 93 empresas y autónomos del territorio diocesano).

Respecto a este aumento, el Obispo José Luis Retana comentó que hubo un gasto no previsto por las obras de la cubierta del Palacio Episcopal (la Junta aportó los 300.000€ que en principio iba a costar, pero finalmente fue necesario que la Diócesis contribuyese con 110.000€, y “se nota”, más aún al ser una Diócesis pequeña). Asimismo, hay que seguir manteniendo a los sacerdotes (con un sueldo “humilde, pero que les dé para vivir”) y las propias iglesias “en pie”, subrayando que “no todos los pueblos tienen una economía saneada”.

En torno a las obras, se recordó que en el período 2022/2023 se han rehabilitado dentro del acuerdo con la Diputación de Salamanca las iglesias de Conejera, La Atalaya, Saucelle y Villarejo y las ermitas de Gallegos de Argañán y Bañobárez; y en virtud del convenio con la Junta de Castilla y León, las casas parroquiales de Castillejo de Martín Viejo y Boada (aportando la Junta 48.000€ y la Diócesis unos 15.000-16.000€ para cada una).

En el lado opuesto, el de los ingresos, Manuel Domínguez indicó que la bajada de asistencia a los templos por la pandemia “se ha notado mucho” en materia de colectas, y que “poco a poco nos vamos recuperando”, aunque “hay gente que no ha vuelto”, por haber fallecido o por seguir ahora las misas por la televisión o la radio.

> Las cuentas

En lo que respecta al capítulo de ingresos, la mayor partida volvió a ser el Fondo Común Interdiocesano, es decir, el dinero que distribuye la Conferencia Episcopal Española a cada Diócesis (en función de su número de habitantes, parroquias y sacerdotes; de si tiene Seminario, etc.) a partir del 0,7% que percibe por la Declaración de la Renta. Esta asignación fue de 1.213.167,15€, ligeramente inferior al año anterior (cerca de 35.000€ menos).

El segundo apartado más relevante fue en esta ocasión el de Otros ingresos corrientes, con 548.503,37€, producto básicamente de las subvenciones recibidas, que crecieron a 333.789,05€ frente a los 120.064,18€ del año previo. En este apartado se incluyen además los ingresos por servicios, 81.937,22€; los ingresos de las instituciones diocesanas, 105.286,60€; y ‘otros ingresos’ por importe de 27.490,40€.

El tercer apartado de mayor cuantía en el apartado de ingresos es el ya mencionado de ‘Necesidad de financiación’ (458.619,65€), seguido por las Aportaciones directas de los fieles, con un total de 381.542,15€, desglosados de la siguiente forma: colectas, 161.264,67€; otros ingresos de los fieles, 205.146,06€; y suscripciones, 15.131,42€.

En materia de ingresos de patrimonio y otras actividades, se contabilizaron 49.787,46€ por el alquiler de inmuebles; y 265.380,45€ de ingresos financieros; además de una cantidad negativa de 305.664,55€ con el concepto de ‘Actividades económicas’. El capítulo se cierra con 96.846,19€ de ‘Ingresos extraordinarios’: 19.820,60€ de enajenaciones de patrimonio y 77.025,59€ de ‘otros ingresos extraordinarios’.

En lo que respecta al capítulo de gastos, un año más la principal partida fue la de conservación de edificios y gastos de funcionamiento (electricidad, gas, etc.), con 1.246.295,50€ (de ellos, 991.470,54€ correspondieron a la conservación de edificios y gastos de funcionamiento en sí, y el resto a ‘gastos financieros’).

A mucha distancia se quedó, con 578.603,21€, el gasto en acciones pastorales y asistenciales, desglosado de la siguiente forma: 341.270,10€ en actividades pastorales (incluyendo las de parroquias y delegaciones diocesanas); 84.592,11€ en actividades asistenciales; 5.878€ para ayuda a la Iglesia Universal; y 146.863€ como entregas a otras instituciones diocesanas (parroquias, la Fundación Ciudad Rodrigo o alguna residencia).

El tercer apartado de mayor cuantía fue la retribución del clero, con 477.276,79€, de los cuales 428.499,67€ corresponden al sueldo de sacerdotes y religiosas, y los restantes 48.777,12€ a la Seguridad Social y prestaciones sociales. Por otro lado, ascendió a 92.894,43€ en salarios y 37.261,55€ en aportaciones a la Seguridad Social la retribución del personal seglar con el que cuenta la Diócesis. El apartado de gastos ordinarios se completa con una aportación de 191.700,09€ al Seminario Diocesano San Cayetano.

Por último, como gastos extraordinarios, figuran 53.567,67€ de ‘otros gastos extraordinarios’, 22.817,96€ de ‘nuevos templos’ y 7.674,57€ de enajenaciones de patrimonio.