Cerca de 200 personas toman parte en el regreso de la Marcha Asprodes
Los participantes realizaron un trayecto de unos 11 kilómetros, tras lo cual disfrutaron de una fiesta
Ciudad Rodrigo disfrutó en la mañana del domingo del retorno de una de sus citas solidarias más emblemáticas: la Marcha a favor de Asprodes promovida por el Centro Ocupacional Miróbriga de la entidad, que no había vuelto a organizarse desde el año 2019 (es decir, desde el año previo a la pandemia), y que en este 2023 ha sido la primera de dos marchas en dos domingos consecutivos (el próximo tendrá lugar la nueva que ha convocado la Asociación Española contra el Cáncer).
En este retorno, la Marcha ha experimentado un descenso en la participación, pasando de unos 300 participantes en aquella cita de 2019 a cerca de 200 en la mañana dominical, que se pusieron en marcha en la Plaza Mayor mirobrigense. Allí se desarrolló en los prolegómenos un calentamiento, a cargo de Mayka de las Zumba Sisters y Felipe Ríos del Centro Acuático y Deportivo, en el que tomaron parte en primera línea los miembros del Equipo de Gobierno asistentes, encabezados por el alcalde Marcos Iglesias.
Las autoridades fueron quienes tras un vehículo de la organización abrieron por la calle San Juan la Marcha, junto al gerente de Asprodes, Juan Recio. Tras ellos (que salieron ‘disparados’), marcharon personas de todas las edades, contándose en esta ocasión con pocos niños, que suelen arrastrar a sus familias a eventos como éste favoreciendo una mayor participación. Eso sí, entre esos escasos niños hubo algunos en carritos de bebé. Asimismo, en la Marcha participaron varios perros guiados por sus dueños.
Con el cielo nublado, pero sin riesgo aparente de lluvia (por si acaso varios marchadores llevaron paraguas), la Marcha salió del recinto amurallado por la Puerta de Santiago, bajando la Cuesta de Santiago para cruzar el Puente Mayor y el Arrabal del Puente, y coger la carretera antigua hacia Carpio de Azaba/Gallegos de Argañán. Por la misma se llegó a la finca La Dehesita y a Conejera, emprendiéndose el regreso a Ciudad Rodrigo por la carretera por la que habían venido en dirección al Puente Nuevo.
Por la Carretera de Portugal se salió al cruce de Ivanrey, callejeando a continuación por el Valle de San Martín para finalizar los aproximadamente 11 kilómetros de Marcha en el parque de la parte trasera del barrio, donde tuvo lugar la fiesta final, que como era previsible se adelantó bastante al ser un trayecto más corto que en marchas precedentes (estaba previsto que arrancase a las 13.30 horas, y prácticamente concluyó a esa hora).
Esa fiesta final incluyó más baile, una degustación de huevos fritos con farinato de la mano de la Cofradía Gastronómica de Amigos del Farinato, y un sorteo final de tres obsequios. El evento estuvo controlado durante toda la mañana por efectivos de la Cruz Roja y la Policía Local.