La Europa multicolor

Su nombre viene de una princesa de la mitología griega seducida por Zeus. Su país más antiguo, según google, San Marino el tercero más pequeño.

Este puente he ido a ver a mi hija Beatriz que se ha ido después de acabar su carrera de psicología a hacer un voluntariado Erasmus a Montpelier. Se aloja en el barrio de la Mosson, una parada de tranvía anterior a Le Paillade de la que forma parte se puede decir, se habla de suburbios.

Hablo de orgullo y de miedo porque los padres tenemos un instinto protector que cuando se hacen mayores no podemos ejercer. Nos paseamos por el barrio y como pasa en las grandes ciudades de Europa y sobre todo Francia la población mayoritaria es inmigrante y musulmana.

Bajamos con nuestro programa de protección a la infancia, agua y energía todos los veranos a Marruecos durante los últimos años. El barrio la Mosson es una población de origen árabe aunque ya sean de nacionalidad francesa.

Son habituales las terrazas de hombres tomando té, el cuscús y las ricas panaderías. Pues allí está mi hija de embajadora de teatro juvenil y haciendo actividades culturales con mujeres y niños recién llegados. Le dan quinientos euros al mes que se gana bien. Desde luego con su amiga alemana hablan inglés y francés.

En el viaje paramos en Marsella y de novecientos mil habitantes, más de trescientos mil son musulmanes. Quiere decir esto que los europeos de “pura cepa” no tienen hijos y culturalmente estamos siendo sustituidos por generaciones más jóvenes y vitales.

El centro de Montpellier, la plaza de la comedia, barrio Santa Ana, la Antígone de Ricardo Bofill, el barrio judío, etc. Son zonas inasequibles para estudiantes y para inmigrantes y trabajadores esenciales. Por eso a cambio de voluntariado pagan viviendas a estudiantes franceses, está invirtiendo el gobierno francés en recursos educativos para estas periferias en múltiples asociaciones para la integración social o adaptación cultural de unos a otros. Desde luego parece inspirador con muchas situaciones de aprendizaje.

Montpellier fue aragonés y María de Montpellier se hizo pasar por la amante de su esposo para quedar embarazada de su hijo Jaime I. Según un guía argentino del free tour que hicimos. La especulación de los precios de las viviendas donde compran los ricos parisinos en una ciudad Mediterránea con trescientos días de sol lleva al mestizaje y la interculturalidad. El pan nos lo sirvió una chica que hablaba español y era española residente en el mosson y de origen árabe.

Quiero pensar que esta inmersión cultural hará a mi hija más preparada para el futuro.