La ganadería salmantina Espioja cumple con nota en la final del 'Camino hacia Las Ventas'

Buena nota para la ganadería salmantina de Lorenzo Rodríguez Espioja en la final del 'Camino hacia Las Ventas' tras lidiar seis novillos encastados y de buen resultado.

Esta es la crónica del festejo:

El primero sorprendió a Álvaro Serrano en el quite, cogiéndolo de manera fea y propinándole una cornada que le obligó a pasar a la enfermería. Tras banderillear con poca eficacia y brindar a su compañero herido, dejó Mariscal Ruiz naturales de bello trazo a un eral que embistió con clase suprema por ambos pitones. No anduvo acertado con la espada. Saludos tras aviso.

Selló un saludo capotero muy templado y despacioso Sergio Rollón al segundo, que tuvo movilidad en los primeros tercios. Se venía de largo y tenía recorrido el de Lorenzo Rodríguez Espioja en una faena de muleta en la que faltó mando y gobierno. Mató de media estocada. Silencio.

Quiso torear despacio en el recibo de capa Mariscal Ruiz al tercero , que mostró buena condición en un tercio de banderillas más lucido que el anterior. Comenzó su faena por estatuarios, muy quieto, para dejar después naturales de importancia ante un animal obediente y con ritmo, pero con teclas. Cerró por ajustadas bernadinas. La colocación de la espada no fue la más ortodoxa. Oreja.

Se echó de hinojos en el centro del anillo Sergio Rollón para iniciar su obra al cuarto, logrando conectar con el tendido. Mucho más asentado se vio al alumno de la Escuela Fundación El Juli con este eral, que tenía clase, pero al que había que aguantarle los parones. Derrochó valor el de Villamanta en una seria actuación que cerró a pies juntos. El uso de los aceros impidió el triunfo. Saludos.

A la puerta de los sustos se fue Mariscal Ruiz a recibir al quinto, en una declaración de intenciones. En banderillas, puso arrojo y disposición, pero anduvo desacertado en la ejecución. La faena de muleta fue una obra anodina ante un animal con mucho recorrido. Se echó rodilla en tierra para darle la vuelta a la tortilla y falló en la suerte suprema. Silencio.

Embistió con acometividad el serio sexto en el inicio de faena de Sergio Rollón de rodillas, jaleado por la parroquia. El de Villamanta no logró estructurar faena ante un eral con chispa y teclas. Cerró por bernadinas y se atascó con el estoque de cruceta. Silencio tras dos avisos.

CULTORO