Presumiendo de su buen estado de forma a sus 85 años, el padre de Felipe VI se ha dirigido al pantalán para comenzar los entrenamientos caminando a paso ligero
Dos días después de su llegada a Sanxenxo, el Rey Juan Carlos se ha dejado ver por primera vez. Pasadas las 12:00 horas de la mañana, el Emérito abandonaba la casa de su gran amigo Pedro Campos y se dirigía al Club Náutico de la localidad pontevedresa para comenzar su puesta a punto para capitanear 'El Bribón' este fin de semana, cuando se celebrará en aguas gallegas el torneo de vela que lleva su nombre, 'Rey Juan Carlos I'.
Presumiendo de su buen estado de forma a sus 85 años, el padre de Felipe VI se ha dirigido al pantalán para comenzar los entrenamientos caminando a paso ligero ayudado tan solo por Vicente García Mochales 'Mochi', su jefe de seguridad y uno de sus hombres de confianza.
Ovacionado por varias personas que se han acercado al Náutico para aplaudirle al grito de 'viva España y viva el Rey' -a los que ha saludado encantado con una gran sonrisa- Don Juan Carlos ha comenzado a bajar las escaleras dirección al 'Bribón' cuando uno de sus amigos, viendo sus dificultades, le ha ofrecido su ayuda.
Algo que el Emérito ha rechazado sin dejar de sonreír, apartando la mano de su conocido con un manotazo y un golpecito en el pecho, señal de que se ha tomado con buen humor esta ayuda que, de una manera muy 'Borbón', ha negado dando muestras de su espontaneidad y su naturalidad.