Se ha derribado una antigua edificación, y se están reformando los salientes de las aceras
La confluencia de la Avenida de Béjar de Ciudad Rodrigo con la calle Júcar y el tramo de la calle Voladero que lleva a la Avenida Conde de Foxá está experimentando durante estas semanas un radical cambio de imagen, con varias acciones enlazadas. Por un lado, se ha derribado una antigua edificación que daba a las tres vías, que estaba en pésimas condiciones tanto de seguridad como de salubridad.
Hasta ahora, la ‘acera’ junto a esa edificación era mínima (y entre unas cosas y otras prácticamente no se usaba), procediéndose ahora a la configuración de un nuevo espacio peatonal, que va a llegar hasta el límite de la Avenida de Béjar. Justo al lado, también se está reformando la salida de la calle Júcar hacia la Avenida (en este caso, los peatones apenas ganarán espacio, ya que la acera ya estaba al borde, pero sí seguridad).
Esta doble actuación forma parte de las mejoras en algunos puntos de la Avenida de Béjar antes de su inminente reasfaltado por parte de la Junta de Castilla y León (de forma previa, también será fresada). Justo enfrente, también habrá alguna ligera modificación dentro de unos meses, al retocarse la salida desde el otro tramo de la calle Voladero hacia la Avenida de Béjar, producto de las obras que va a ejecutar el Ayuntamiento en Voladero.