Apostar y ganar

El futuro llega muy pronto, por eso a veces es mejor no pensar en él. Se abrió paso el querer, el sentir y el hambre de un Ismael Martín que no sé si a estas horas piensa en el futuro, pero sí lo hizo hoy en el presente con la entrega por delante, la ambición del que quiere todo y la capacidad para estar delante de un novillo bravo y codicioso que Espioja trajo a La Glorieta para que todo fluyera en positivo. Bendito sea el hoy. Luego ya veremos lo que viene mañana.

‘Palmero’ tuvo clase y calidad. El de Cantalpino tuvo mérito desde inicio por imponerse al negro burraco que tendió a huidizo en los primeros trasteos; a la verónica selló un buen saludo y brilló después en banderillas. Pura explosión, y aquello fue a más. Ese inicio sometido y exigente con un afarolado de rodillas marcó ‘el toma y daca’. Y todo a más, y supo construir un trasteo de poder, estético, recuperando siempre la distancia y dándole pausa a los muletazos, contrastando entonces su quietud con la rapidez de colocación. Expuso mucho al natural y brilló con buen toreo por ese pitón por el que dejó los mejores pasajes. Autoridad y mando. Tiene además valor para quedarse en el sitio y arrojo para que aquello rugiera sin dudas sobre la emoción que destilaba el de Lorenzo Rodríguez que fue premiado con la vuelta al ruedo.

No es casualidad lo de Ismael que ya en su primero exigió por abajo; siempre quiso apostar por el temple y citar con firmeza. Le puso mucho ya al final tirando con serenidad de esa embestida noblona para acabar entre pitones. A su buen concepto del trazo y la colocación se sumó el hambre de ser y su forma de estructurar, y por eso fue Ismael de hoy el que marcará el devenir que está por venir, porque hay motivos para ilusionar sin atisbo de duda. Apostó y ganó.

Las dudas llegarán a estas alturas a un Mario Navas de gusto exquisito cuya espada le ha robado ya demasiado. Fue su faena al tercero otro de los apuntes de la tarde, por como compone y por ese concepto tan puro que persigue. Inteligencia y gobierno ante el fondo generoso y de entrega que ofrecía ‘Acosado’. Le puso muerto el trapo para torear manteniendo siempre calidad y hondura; muy templado para dejar unos naturales sobresaliente a ese nobilísimo ejemplar y para romper con la muleta en la mano derecha firmando buenos pasajes administrando siempre los terrenos. Qué pena que los aceros robaran el triunfo de esa obra. Lo demás, Navas no lo pudo rematar ante el sexto; le faltó claridad en la estructura y se quedó en querer sin nada más.

Valentín Hoyos no fue capaz de trasmitir lo que probablemente soñaba en la que fue su presentación en La Glorieta; detalles aislados en sus dos actuaciones sin que aquello rompiera; siempre supo citar con firmeza, y entre todo destacó una tanda al natural al primero de la tarde encajado y series sueltas de buen trazo aunque sin darle después continuidad; el templado saludo capotero que recetó al cuarto, los naturales de nuevo y ese sensacional trincherazo final tras las manoletinas. Será cuestión de tiempo la evolución de este novillero por el que apenas han pasado contratos. Llegará.

El toro a toro al detalle, aquí.

FOTOS: MIGUEL HERNÁNDEZ