A bote pronto, hay tres sitios: El Porvenir, el antiguo Cine Madrid y el café Moderno, este de rancio sabor taurino
Ahora que se cierra el Palacio de Los Águila se pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de acoger y exponer los fondos que se exhibían en dicho Palacio y otros que podrían reunirse.
Pero ¿dónde?. Se habla de la Casa de Cultura, que inauguramos con la presencia del Rey Juan Carlos en 1984 pero sus limitaciones de superficie son evidentes, aunque puedan, servir de solución provisional. Pero ¿y después?.
Hace años, en un artículo en el libro del Carnaval titulado "Ciudad Rodrigo, Ciudad de museos" recogía los ya existentes, el de la Diócesis en la catedral, el del Orinal en el Seminario y los incipientes del Palacio de los Águila, sobre costumbrismo o antropología o arte pastoril de José Ramón Cid y posteriormente sobre la Guerra de la Independencia que proponía tener, optimista de mi, carácter propio.
Ahora, todo aquello vuelve a plantearse y también más cosas como el que en mis intervenciones bolsinistas he realizado: un Museo del Carnaval, lo que sería no solo lógico sino obligado.
A todo ello, añadiría la oferta que me hizo Fernando Arrabal, con carácter particular, con motivo de una visita que le hice a su casa en París. Allí, tiene obras de Picasso, Dalí, Miró y muchos otros y me expuso su deseo de cederlas pasa un museo en Ciudad Rodrigo. Yo, ya no era alcalde y todo quedó en buenas intenciones. Pero Fernando, estoy seguro que mantiene su oferta.
Ahora, también se planteará ¿Dónde?. Pues bien, a bote pronto, hay tres sitios: El Porvenir, el antiguo Cine Madrid y el café Moderno, este de rancio sabor taurino.
Y claro, uno de nueva planta. Dinero hay y con el apoyo de instituciones como Diputación Provincial, Junta de Castilla y León y Gobierno de España podría llevarse a cabo. Nosotros en su día lo hicimos para comprar y rehabilitar el Teatro Nuevo y muchas más cosas, que sería prolijo enumerar y parecería arrogancia. Pero, sinceramente creo, que sí hay voluntad política ahora también puede hacerse. Nuestro Ayuntamiento tiene, si quiere, la palabra.
Miguel Cid Cebrián