La compañía refuerza la seguridad de suministro en la comunidad con la inspección a lo largo de los seis primeros meses del año de sus tendidos eléctricos
i-DE, la distribuidora de Iberdrola, ha revisado durante los seis primeros meses del año cerca de 6.000 kilómetros de líneas eléctricas -5.100 aéreas y 635 subterráneas- en Castilla y León. La empresa ha realizado reconocimientos regulares orientados a detectar las posibles anomalías en instalaciones eléctricas de estas características.
Estas inspecciones se centran en elementos como los aisladores, conductores, herrajes o apoyos que pueden haberse visto dañados por rayos, caída de arbolado u obras próximas, entre otras causas.
La compañía también ha llevado a cabo revisiones termográficas en la región a lo largo de casi 5.000 kilómetros de líneas. Esta acción consiste en el reconocimiento de las infraestructuras eléctricas con helicópteros equipados con cámaras infrarrojas que miden la temperatura de las instalaciones. De este modo es posible detectar aquellos puntos que presentan temperaturas inadecuadas para corregirlos y evitar así interrupciones en el suministro.
Los trabajos para prevenir incidencias en la red de distribución se completan con la limpieza de los pasillos por donde discurren las líneas eléctricas con el fin de eliminar el riesgo de incendio y garantizar la calidad y seguridad del suministro de energía a lo largo de unos 200 kilómetros de líneas en la comunidad autónoma.
i-DE se encuentra inmersa en un proceso de digitalización de la red de distribución eléctrica que va a permitir más información para establecer criterios de eficiencia y sostenibilidad energética, de forma comprometida con una acción climática ambiciosa y urgente.
El despliegue de la red eléctrica inteligente permitirá incorporar la ‘traza neuronal’ de la red para ofrecer un mejor servicio al ciudadano. Además de la apuesta de Iberdrola por la descarbonización de la economía y sus cuantiosas inversiones en innovación y tecnologías renovables, su plan de acción climática busca fomentar activamente una cultura que promueva el uso eficiente y responsable de la energía e impulsar la sensibilización climática en el sentido más amplio.
En Castilla y León, i-DE gestiona más de 43.810 km de líneas de baja y media tensión y más de 6.410 km de líneas de alta y muy alta tensión. Asimismo, cuenta con 15.697 centros de transformación en servicio y 246 subestaciones. La compañía mantiene en la región un nivel de calidad de servicio por encima de la media nacional, con el mejor valor a cierre de año de la historia.