“El Canalizo”, “la Pesquera Negra” o “La Garganta del Oso”, son algunos de los lugares naturales dónde su orografía y recorrido del agua permite darse un chapuzón que ayude a sobrellevar los calores del verano.
Estamos llegando al ecuador del mes de agosto y los rigores de la época estival invitan a aliviar el calor con un refrescante baño, ya sea en alguna piscina particular o bien acudiendo a las instalaciones municipales de La Cerrallana, que en estos últimos días están recibiendo a cientos de bañistas.
Sin embargo, en la comarca bejarana existen otras alternativas para sumergirse en aguas refrescantes y a la vez, disfrutar de los beneficios que nos aporta el senderismo y embelesar nuestra vista con el entorno natural que rodea a la ciudad textil. Lugares que siguen siendo frecuentados por muchos comarcanos, aunque en los últimos tiempos ese numero de atrevidos bañistas ha ido descendiendo paulatinamente.
Hablamos de escenarios, que en cierta manera pueden resultar paradisiacos, como por ejemplo “El Canalizo”, “La Pesquera Negra” o “La Garganta del Oso”. Nombres conocidos por los todos los habitantes de la zona y en los que varias generaciones han combatido el calor del verano, ya fuera por la ausencia de piscinas municipales o bien porque preferencia propia de estar disfrutando de un baño en plena naturaleza.
Las dos primeras, “El Canalizo” y “La Pesquera Negra”, se encuentran muy próximas entre sí y se puede acceder a ellas desde la carretera que comunica Béjar y Candelario. La gran cascada que preside a está última y que comunica el agua que baja de una parte a la otra, es uno de los elementos más característicos de este entorno, junto con la fría temperatura del agua, reservada sólo para aquellos atrevidos y atrevidas de sumergirse en ellas.
Para nuestro tercer destino, “La Garganta del Oso”, debemos poner rumbo también a Candelario, pero en esta ocasión, buscando el camino de tierra que parte de la carretera que comunica a la villa Corita con Navacarros. Si queremos realizar una buena caminata, podemos elegir como punto de partida Béjar, atravesar el paraje de Los Pinos hasta que desemboque en el camino que nos dejará en la carretera antes mencionada y ahí seguir el mismo camino hasta nuestro destino. “La Garganta del Oso” es un pequeño desfiladero en que discurren dos arroyos, el del Águila y del Oso y que nos permitirá contemplar también como el flujo acuático ha erosionado las piedras graníticas que lo conforman, dando lugar a rocas de formas muy diversas.