Cada vez hay más variedades ricas en CBD y bajas en THC
El mundo de la marihuana no es estático, sino que está en constante evolución. De este modo, tanto los agricultores especializados en la planta, como los bancos de semillas, habitualmente trabajan en nuevas variedades.
Los gustos de los consumidores van evolucionando con el tiempo, de forma que los productores se tienen que ir adaptando.
Uno de los problemas de la marihuana es la presencia de THC en las plantas. Eso hace que haya efectos psicoactivos, de manera que todas sus propiedades beneficiosas para la salud quedan eclipsadas por estos.
Por eso, se está trabajando en variedades muy ricas en CBD o cannabidiol, que es la sustancia que reduce el dolor, la ansiedad, etc.
Así, ya existen semillas con un contenido muy bajo de THC, tanto que los productos que se derivan de ellas se pueden vender de manera libre en cualquier tienda.
De hecho, ya hay comercios online que distribuyen aceites, comprimidos, cremas, etc., artículos en cuya composición hay CBD.
Cuando se cultiva marihuana, uno de los problemas es que las plantas macho no sirven de nada. De ese modo, hay que identificarlas y arrancarlas.
Para ello debemos dejarlas crecer. Eso significa una pérdida de tiempo y dinero, pues con este tipo de semillas todas las plantas serán válidas, lo que las ha hecho las preferidas por los aficionados.
Gracias al trabajo que se ha llevado a cabo con la genética de las semillas, ahora tenemos acceso a las autoflorecientes, las cuales se demandan cada vez más.
Se diferencian del resto porque florecen sin necesidad de un periodo de luz específico, por lo que completan el ciclo de vida de una manera más rápida que aquellas semillas que son fotoperiódicas.
A muchos fumadores de marihuana les gusta experimentar con sabores y aromas distintos cada vez, de manera que ahora pueden hacerlo gracias a que hay semillas que dan plantas con perfiles de terpenos específicos.
Estos terpenos son compuestos aromáticos, los responsables del aroma y del sabor de la planta, por lo que ahora se cultivan variedades con perfiles muy variados.
De este modo, se pueden comprar semillas que resalten algunos terpenos como el limoneno, el mirceno o el pineno, de forma que todo el mundo puede encontrar las plantas que mejor se adapten a sus gustos.
El desarrollo de las semillas de marihuana no solo se está centrando en los compuestos de la planta, sino que incluso ahora se preocupa por la estética de esta.
Ya se pueden encontrar semillas que dan lugar a plantas de colores poco comunes, como el morado y el rojo, lo que hace el cultivo más agradable a la vista y divertido.
En este momento, los especialistas en semillas de marihuana no paran de trabajar. Saben que los consumidores tienen nuevas necesidades y tratan de satisfacerlas, creando así plantas con un mejor sabor, colores especiales o que no llevan apenas compuestos psicoactivos.