Los beneficios físicos, sociales y psicológicos del deporte lo convierten en uno de los pilares para llevar una vida saludable en cualquier persona y, especialmente, en los niños. Integrar la actividad deportiva durante las vacaciones de verano, cuando disponen de mayor tiempo libre para llevarla a cabo, no solo repercute positivamente en su estado físico y anímico, sino que contribuye a mejorar otros aspectos como las habilidades sociales o la construcción de valores, claves para su desarrollo.
De esta forma, la OMS recomienda una media de una hora diaria de actividad física para los más jóvenes, aunque hoy en día existe una gran variedad de deportes:
- Artes marciales: ayudan en el desarrollo de la coordinación de los movimientos, mejorando así la rapidez, la fuerza, la flexibilidad y los reflejos. Además, pueden amoldarse fácilmente al momento del desarrollo individual de cada niño.
- Atletismo: la gran ventaja de este deporte es que permite adaptar las actividades según las habilidades específicas en las que se desee progresar (carreras, saltos, lanzamientos o pruebas combinadas, entre otras). De esta manera, se entrena la fuerza, la resistencia y la velocidad, por lo que mejoran sus capacidades físicas en general.
- Ciclismo: su iniciación es muy sencilla, pues la mayoría de los niños están acostumbrados desde pequeños a montar en bicicleta, una actividad que suele gustarles. Es muy útil porque otorga una mayor resistencia cardiopulmonar, y, como cualquier actividad aeróbica, ayuda a reforzar el sistema inmunitario. También es positivo porque normalmente se practica en el exterior, lo cual posibilita que los niños disfruten del aire libre e incremente su bienestar personal.
- Deportes en equipo: fútbol, baloncesto o voleibol son algunos ejemplos de deportes que permiten trabajar en equipo las capacidades físicas y las habilidades motoras de los niños y adolescentes. Además, al participar con otros compañeros, se fomenta la socialización, la cooperación, propicia la adquisición de valores positivos y se genera una competencia sana.
- Natación: se trata de una actividad física muy completa: mejora la resistencia física, la fuerza, la flexibilidad y ayuda a relajar el cuerpo. Es especialmente recomendable para aquellos que sufren problemas posturales.