Biodiversidad

No soy suficientemente científico porque no le he dedicado suficiente tiempo. Me hice biólogo soñando con inventar una vacuna contra el SIDA. En aquellos años era una pandemia. Ahora parece que los números uno del MIR sueñan más que con salvar vidas con ganar dinero y tener poca responsabilidad, mi hija no es así.

Hoy os hablaré un poco de biodiversidad a nivel divulgativo. Sin actualizar con la inteligencia artificial y de la forma que se lo intento acercar a mis alumnos de distintos niveles.

Empezando por lo local, los ayuntamientos han cogido la manía de desbrozar a diestro y siniestro incluso en zonas que no se molesta el paso y echar herbicidas sin desbrozar con lo que se secan las plantas e incluso hay más riesgo de incendios. Hay césped en muchos sitios en tiempo de sequía en vez de praderas naturales.

No existen las malas hierbas, como mucho se puede aceptar el término no deseadas en un determinado cultivo como puede ser un huerto.

Una pradera, o una cuneta tiene llantenes para el catarro, hipérico para los hematomas o depresiones, gordolobo para la bronquitis o pescar, cicuta con la que mataron a Sócrates, acederas, cenizos, dedaleras cardiotónicas, altramuces, alfalfa silvestre, tréboles, margaritas, diente de león diurético, etc. Es todo un mundo de colores y medicinas.

Los miles de especies vegetales llevan a más especies de insectos, de aves, de herbívoros y carnívoros. Ante cambios climáticos se necesita diversidad para la adaptación. Desde la selección natural de la que nos habló Darwin después de su viaje en el Beagle esto es palabra de la ciencia desde el siglo XIX.

Hay 1400 millones de insectos por cada persona, unas 20000 especies de abejas silvestres. La polinización es el proceso natural para que las plantas se puedan fecundar y dar frutos y semillas. Si la abeja llegara a desaparecer el hombre duraría pocos años profetizaba Einstein. La pérdida de abejas genera un problema de seguridad alimentaria.

Se aconseja la agricultura regenerativa con el mínimo de labranza y dejar las cubiertas de herbáceas en viñedos y olivares por ejemplo. Se mantiene el ciclo del agua y los ecosistemas del suelo. Nosotros también nos dedicamos desde un life europeo a hacer por muchas zonas de Salamanca hoteles de insectos y oasis de mariposas. Además procuramos hacer xerojardinería , es decir, jardinería con plantas autóctonas.

Está claro que los monocultivos en base sólo a la producción y a la rentabilidad económica están ya provocando hambrunas y desertizando grandes extensiones.