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Con las cosas de comer no se juega
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CARTAS AL DIRECTOR

Con las cosas de comer no se juega

Actualizado 20/06/2023 13:08
Redacción

Opinión del alcalde de Peralejos de Abajo y ganadero, Alfonso Castilla, sobre la situación que viven los ganaderos salmantinos debido a los problemas para el control de la tuberculosis bovina

Hay un sector que es el primario, al que pertenezco, sin el cual sería imposible nuestra subsistencia porque producimos alimentos para toda la población. ¿Somos necesarios? No, somos imprescindibles, aunque con los actuales acontecimientos ocurridos por el tema de la tuberculosis bovina parece que según algunos artículos y declaraciones aparecidos en diferentes medios de comunicación a fines a su ideología política o apesebrados a según qué partido político intentan confundir a la ciudadanía difundiendo unas noticias sobre la tuberculosis que no se corresponden con la realidad. Los hombres y mujeres del campo somos personas trabajadoras y pacificas.

Cuando nos alteramos o sublevamos como ocurrió hace unos días en la Delegación Territorial de la JCyL en Salamanca, y la violencia no tiene justificación, es producto del hartazgo, desesperación e impotencia de ver como arruinan nuestras explotaciones. Los protocolos y exigencias en las campañas de saneamiento, después de 40 años, han demostrado que el actual sistema no funciona. Únicamente sirven para cumplir los objetivos políticos, ajenos a toda realidad, marcados con la agenda 2030. Es probable que en esa fecha si no se cambian las normas del saneamiento y la regulación para controlar la tuberculosis, ya que la erradicación no es posible, acabarán con las vacas y los ganaderos, pero la enfermedad seguirá. Tenemos que hablar de control de la tuberculosis y para eso se necesita cambiar las reglas del juego y quien tiene y puede hacerlo son los políticos porque tienen la capacidad legal para legislar en una u otra dirección y parar esta sinrazón.

Se avalan en los reglamentos o directrices comunitarias pero de los 28 países comunitarios tan sólo 6 optan por el sacrificio de los animales, llevamos 1.000.000 de vacas sacrificadas de las cuales 800.000 han sido matadas injustamente por que las pruebas realizadas en matadero, cultivo o PCR, han dado negativo y por tanto son animales sanos. Se empeñan en seguir con unos protocolos y pruebas que no son fiables, que demuestran que son un verdadero fracaso y que no funcionan, pero a pesar de ello siguen empeñados en seguir adelante y arruinar a los ganaderos.

Matamos vacas pero sin embargo las más de 50 especies de fauna silvestre campan a sus anchas contagiando sin que nadie actúe, cuando son portadores de la enfermedad y conviven en el mismo hábitat que nuestras vacas. Cosa que en algunos países europeos no ocurre al carecer de ganadería extensiva en contacto con la fauna silvestre.

En torno a la tuberculosis bovina hay muchos intereses creados, la campaña de saneamiento anual cuesta 40 millones de euros que salen del erario público y se llevan empresas público-privadas participadas por la propia Administración, cuando tan sólo el 25% se destina a la indemnización a los ganaderos.

Se ha hecho en las últimas décadas un daño irreparable al sector tanto económico como moral y de credibilidad. El factor económico es muy, muy pero que muy importante, pero la credibilidad y lo moral no se arregla con dinero. La suma de los tres factores a muchos ganaderos nos supone pagar consecuencias muy graves que afectan a nuestra economía, a la calidad de vida y a nuestra salud.

En cuanto a la parte política en cuestión, se da la circunstancia que cada partido político en su esfera de poder nos utiliza según sus intereses como arma arrojadiza a su rival político, bien sea en precampaña, en campaña o en los diferentes hemiciclos, cuando lo que deberían hacer es crear una mesa de gestión de la tuberculosis con presencia del Ministerio, de la JCyL y del resto de partes implicadas donde estemos representados todos y aplicar la sensatez el sentido común, y cambiar los protocolos con una nueva ley, decreto, orden, resolución, etc., dentro de un marco legal.

Los ganaderos estamos más unidos que nunca y seguiremos trabajando y reivindicando desde el civismo la educación, la sensatez, el saber estar, el respeto y el dialogo para conseguir lo que estamos demandando que no es otra cosa que un cambio de rumbo, por que se ha demostrado durante estos años que el actual modelo no funciona y nos avalan los hechos. Cambiémoslos.

Lo ideal sería la vacuna pero en lo que eso ocurre flexibilicemos las campañas de saneamiento y dentro de esa flexibilidad pongo dos ejemplos: permitir el movimiento de terneros a cebadero cuyo destino sea matadero y devolver la calificación sanitaria a la explotación que le marcan un animal en campo pero que en las pruebas post mortem (matadero, cultivo o PCR) dan negativo.

Los políticos tienen la obligación de coger el toro por los cuernos para darle una solución a este problema, esto se ha convertido en un tema politico-econórnico, de ellos depende que la cabaña de bovino de la provincia de Salamanca siga activa y viva, por que tampoco deben olvidar que el sector primario es el principal motor económico y social de las zonas rurales, sin agricultores y ganaderos no hay pueblos. No se puede decir que nuestros políticos, desde Bruselas hasta los gobiernos autonómicos, estén luchando para frenar la despoblación cuando legislan para que ocurra justo lo contrario, como en el caso que nos ocupa.

Fdo. Alfonso Castilla Roso

Ganadero y Alcalde de Peralejos de Abajo. (SALAMANCA)