El máximo goleador del Torneo ha sido Guille, del Ciudad Rodrigo CF
En una tarde que comenzó lluviosa, pero que acabó con el cielo tranquilo, el Francisco Mateos acogió desde la sobremesa del domingo el remate del 2º Torneo Juvenil en homenaje a Miguel González Barbero, con los dos últimos partidos, de menor duración de la habitual para esta categoría. Para empezar, se jugó el encuentro por el 3º y 4º puesto, entre el Victoria de Valladolid y el Ciudad Rodrigo, en el que comenzó mandando el equipo foráneo por 0-2, pero que empataron los mirobrigenses con dos goles de Joan.
Tras ese encuentro, fue turno para la gran final, plenamente cacereña entre Coria y Diocesano de Cáceres, en cuyos prolegómenos llegó al Francisco Mateos el invitado estelar de esta última jornada del Torneo: el campeón de Europa y del Mundo con la Selección Española, y campeón de Europa con el Real Madrid, Vicente del Bosque, a quién se dio una cálida bienvenida desde el momento en que cruzó las puertas del campo, donde fue recibido por el promotor del Torneo, Aris Marcos.
De este modo, numerosos niños y adultos quisieron sacarse fotos con él (los niños también le pidieron autógrafos en fundas de móviles, camisetas deportivas, ropa de calle, etc.), saludando a continuación a la Directiva del Ciudad Rodrigo, a los concejales de la Corporación asistentes, Ramón Sastre y Víctor Gómez, así como a Miguel González Barbero. Tras hacerle entrega a Del Bosque de una camiseta del Ciudad Rodrigo con su nombre, los mencionados se sentaron en la grada del Francisco Mateos para presenciar la final, que se la llevó el Diocesano de Cáceres, revalidando la victoria conseguida el año pasado en este Torneo.
El Diocesano se impuso en esta ocasión por un rotundo 7-0 al Coria, dejando bastante pronto decidido el partido, que ya iba 4-0 cuando apenas se llevaban 20 minutos (el 4º gol fue por cierto un golazo: un jugador bajó el balón en el área y lo enchufó por la escuadra). El Coria estrelló a continuación el balón en el larguero y el portero del Diocesano hizo un paradón, acabando por llegar el 5-0 en la última jugada del primer tiempo. Al poco de volver del descanso (en el que se llevó a cabo la última rifa del Torneo), el Diocesano sumó sus dos últimos goles (varios de estos tantos fueron dedicados a los jugadores del Juvenil del Ciudad Rodrigo que estaban en una de las gradas).
A partir de ahí, fue turno para la entrega de premios, con numerosos galardones individuales: a los mejores jugadores locales, Álvaro Castaño y Carlos Conde; a los mejores porteros, Romero del Diocesano y Chicote del Ciudad Rodrigo; al mejor jugador tanto de la final como del Torneo (recayó en la misma persona), Jorge Trinidad, del Diocesano; y al máximo goleador del Torneo, Guillermo, del Ciudad Rodrigo. A nivel colectivo, el Coria se llevó el premio a la Deportividad, mientras que el Diocesano completó su victoria absoluta con los premios al equipo más divertido y a la mejor afición.
Finalizada la entrega de premios, el promotor del Torneo, Aris Marcos, mostró su agradecimiento a todos los patrocinadores y colaboradores (“sin ellos sería imposible”), al Ayuntamiento (“especialmente a Ramón y Víctor”), a la Directiva (“porque cada día es más difícil dirigir clubes y ellos ya llevan muchos años y es de aplaudir”), a los equipos participantes (“por su presencia y su comportamiento”), a los aficionados de los equipos (“que han estado en todo momento pletóricos animando y cantando”) y a sus “compañeros, ayudantes y grandes amigos por días de muchísimo trabajo y siempre con una sonrisa: Gil, Mariví, Patri, Sofi, Juanjo, Rubén, Álvaro, Rosa, Anita y Choya”.
Asimismo, Aris Marcos le da “millones de gracias” a toda la familia de Miguel González Barbero, en especial a Rosa y su hijo Alejandro, que jugó el Torneo viniendo desde Alicante “para dar la sorpresa a su abuelo”, al igual que Piscis acudiendo desde Logroño. Por último, muestra su agradecimiento a “mi gran amigo Vicente del Bosque por hacer el gran esfuerzo de venir para presenciar la final y entregar los trofeos y darle esa gran alegría a nuestro homenajeado Miguel González Barbero, como yo le llamo mi abuelo, una persona que quiero con todo mi corazón y que valoro muchísimo”, dándole las gracias “por tanto”.