Acabamos de celebrar unas elecciones locales y autonómicas, y los resultados dan ocasión para considerar las subidas o bajadas de los distintos partidos políticos, y las nuevas elecciones generales a las que nos ha convocado el presidente del gobierno, nos ponen en situación de tener que plantearse, unos, ver cómo se puede subir en los resultados, y otros ver cómo tratar de no bajar más, tanto en resultado de votos como, sobre todo, en el número de escaños conseguidos.
La aspiración a subir es lo normal en todos los órdenes de la vida. También en el orden religioso. Salamanca, con las dos diócesis que la conforman, junto con la diócesis hermana de Ciudad Rodrigo, aspiran a mejorar su vida material y espiritual, siguiendo la vida de ascensión que ya consiguió el Resucitado.
El miércoles pasado vivimos un hermoso signo de ascensión con la subida material a la coronación de la Peña de Francia. Asistimos cerca de mil personas, en concreto 12 autocares, más los coches particulares.
Los de Ciudad Rodrigo tienen ya tradición consolidada en la ascensión al monte de la Peña de Francia. La Virgen de la Peña es su patrona, y todos los años hacen una nutrida peregrinación al encuentro de la Madre de la Peña de Francia.
Este año la ascensión ha sido conjunta de los fieles de las dos diócesis, convocadas ambas por el obispo común, D. José Luis Retana, siguiendo las instrucciones de la secretaría general del Sínodo, en el que estamos participando todos, además de con oraciones, con las aportaciones de la reflexión común acerca de la “sinodalidad” en la Iglesia.
La actividad ha sido el rezo de un rosario común y solemne sobre el tema de la convocatoria del sínodo general de los obispos que hace el número 16 de los celebrados desde su recreación por el papa Pablo VI en la tercera sesión del Concilio Vaticano II y que, en este caso, cuenta con el tema general “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”.
El Sínodo puede definirse como una asamblea de obispos que representa a todo el episcopado católico y que tiene como finalidad ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal, dándole su consejo.
El Sínodo actual supone un avance o una ascensión en la práctica sinodal, no sólo porque reflexiona sobre el tema de la misma sinodalidad en la iglesia, sino también porque va más allá de la participación de obispos, y da parte a la posibilidad de reflexionar, participar y hacerse presentes, de un modo o de otro, de todos los bautizados, llegando incluso a la participación con su voto, del mundo de los laicos, incluidas las mujeres.
Salamanca y Ciudad Rodrigo han ascendido, no sólo físicamente, a la Peña de Francia. Es decir, se han unido y quieren participar “sinodalmente”, o sea, caminando juntos como iglesia. Hemos subido un escalón con la ascensión conjunta a la casa de la Virgen en la Peña de Francia. Se rezó con gran devoción y gozo el rosario, oración mariana por excelencia.
Esta jornada se celebraba en el día de la fiesta de la Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel. María salió alegre y decidida de su casa y subió a la montaña donde vivía su prima Isabel, con el fin de ayudarla en la espera del nacimiento de su hijo Juan Bautista. Esa es la ascensión que persigue el cristiano: la ascensión de la caridad y del servicio.
Nuestro obispo destacó la importancia de subir y caminar juntos, “sinodalmente”, las dos diócesis. Es un regalo que nos hace el Señor y que se puede y debe continuar en adelante. La subida hasta la Peña y la casa de la Virgen, nos compromete a seguir subiendo en la caridad y en la solidaridad, teniendo en cuenta especialmente a los más necesitados. Virgen de la Peña de Francia, ruega por nosotros.
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