Representa un importante problema de salud pública que afecta a la calidad de vida, los ingresos y los costes de la atención sanitaria
La COVID larga, o secuelas postagudas de la infección por SARS-CoV-2, incluye una amplia gama de síntomas que se presentan o persisten más de 30 días después de la infección por COVID-19. Ahora, un nuevo estudio, publicado en la revista 'JAMA', destaca doce síntomas característicos para definirlo.
Con más de 650 millones de personas infectadas por el SRAS-CoV-2 en todo el mundo, la COVID prolongada representa un importante problema de salud pública que afecta a la calidad de vida, los ingresos y los costes de la atención sanitaria.
Para comprender mejor la prevalencia y la gravedad de los síntomas, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos pusieron en marcha Researching COVID to Enhance Recovery (RECOVER-Adult), y los investigadores del Mass General Brigham dirigieron el análisis estadístico del estudio.
Los resultados de RECOVER, uno de los mayores estudios financiados por los NIH, aclaran 12 síntomas definitorios de la COVID prolongada. Los resultados incluyen un nuevo sistema de puntuación del COVID largo que ayudará a médicos e investigadores a definirlo mejor y a investigar tratamientos para los pacientes.
"Ahora que podemos identificar a las personas con COVID prolongado, podemos empezar a realizar estudios más exhaustivos para comprender los mecanismos biológicos en juego", afirma Andrea Foulkes, investigadora principal del Centro de Recursos de Datos (DRC) de RECOVER, profesora de la Facultad de Medicina de Harvard y directora de Bioestadística del Hospital General de Massachusetts (MGH), miembro fundador del Mass General Brigham.
"Una de las grandes conclusiones de este estudio es la heterogeneidad de la COVID prolongada --prosigue--: la COVID prolongada no es sólo un síndrome, sino un síndrome de síndromes. Comprender esta idea es un paso realmente importante para realizar más investigaciones y, en última instancia, administrar intervenciones informadas".
Aunque los investigadores han documentado una amplia gama de síntomas en todos los sistemas orgánicos que afectan a las personas después de una enfermedad por COVID-19, muchos estudios están limitados por un diseño retrospectivo, la dependencia de las entradas de los registros electrónicos de salud y la falta de un grupo de comparación no infectado.
Por lo tanto, sigue habiendo un desacuerdo significativo sobre lo comunes y/o graves que pueden ser ciertos síntomas de COVID prolongada, y qué patrones de síntomas definen la COVID prolongada.
El RECOVER-Adult, un estudio prospectivo que comenzó a inscribir participantes en octubre de 2021, ha tratado de armonizar la adquisición de datos y construir una definición respaldada por datos para COVID largo.
Investigadores del Mass General Brigham, el RDC de RECOVER, analizaron los resultados de una encuesta sobre síntomas distribuida en 85 hospitales, centros de salud y organizaciones comunitarias de 33 estados, Washington, D.C. y Puerto Rico. Más de 9.500 personas completaron la encuesta, incluidos adultos no infectados, así como personas que llevaban seis meses infectadas por COVID-19. La encuesta, desarrollada en colaboración con médicos y defensores de los pacientes, incluía 37 síntomas diferentes y sus correspondientes medidas de gravedad.
Al final, 12 síntomas surgieron como distintivos de la COVID prolongada, entre ellos el malestar postesfuerzo (fatiga debilitante que se agrava con la actividad física o mental), pérdida o cambio en el olfato o el gusto, mareos, niebla cerebral, síntomas gastrointestinales, palpitaciones y tos crónica.
Aunque los investigadores descubrieron que algunos de los síntomas, como el malestar postesfuerzo, los experimentan la mayoría de las personas con COVID prolongada, otros, como la pérdida o el cambio del olfato y el gusto, son menos comunes pero siguen siendo importantes para identificar a las personas con COVID prolongada.
Un sencillo algoritmo desarrollado por los investigadores evalúa estos 12 síntomas para generar una "puntuación PASC" global, pero los autores subrayan que una persona con síntomas excluidos en el sistema de puntuación puede seguir padeciendo COVID prolongado y, no obstante, merece una atención de alta calidad.
Por último, los resultados sugieren que las reinfecciones, la infección por una variante pre-Omicron SARS-CoV-2 y la ausencia de vacunación se asocian a una mayor frecuencia y gravedad de la COVID prolongada, pero los autores subrayan que es necesario seguir investigando.
Los futuros estudios del Consorcio RECOVER analizarán los factores de riesgo de COVID prolongado, incluidos los determinantes sociales de la salud. Los investigadores también están examinando cómo puede manifestarse la COVID prolongada en niños, adolescentes y en personas que estaban embarazadas durante la infección por SARS-CoV-2.
"Se trata de un enfoque verdaderamente basado en datos para definir el COVID prolongado como un nuevo síndrome --apunta el primer autor, Tanayott Thaweethai, coinvestigador de RECOVER DRC, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y director asociado de bioestadística del MGH--. Ahora tenemos una definición para el COVID largo donde no la ha habido previamente, y esperamos que la capacidad de identificar el COVID largo aumente la conciencia clínica de esta condición".