Los tradicionales actos fueron presididos por las cuatro mayordomas, arropadas por los cofrades y todo el pueblo
Un año más, La Cofradía del Santo Cristo de Hinojosa de Duero celebró ayer, último domingo de abril -como manda la tradición-, la fiesta del Santo Cristo de la Misericordia. Y un año más los vecinos del municipio arroparon a mayordomas y cofrades en los tradicionales actos religiosos.
La mayordomía este año la han ejercido cuatro mujeres: Maria Isabel Frutos Bautista, Maria del Amor Nicolas Romo, María Agustina Frutos Bautista y Maruja Sánchez Sánchez.
La jornada festiva se abrió al mediodía con una misa solemne en la iglesia parroquial, seguida de una procesión por las calles del pueblo.
Por la tarde, después del rezo del rosario, la novena y del ofertorio en un abarrotado templo parroquial, los vecinos acompañaron al Santo Cristo en una gran procesión hasta la ermita situada en el cerro de San Pedro. A lo largo de la empinada subida hasta el bello templo románico, los cofrades se relevaron por turnos para llevar las andas del Cristo, custodiada por las mayordomas y los sacerdotes del Abadengo.
En la explanada delantera de la ermita, la imagen del Santo Cristo presidió la Bendición de campos, la tradicional rogativa para pedir buenas cosechas.
Ya en el interior de la ermita después de los últimos rezos en honor del Santo Cristo, los asistentes entonaron el emotivo canto Ne Recorderis, que puso fin al responso por los difuntos celebrado en el interior de la ermita románica. Muchos devotos se acercaron a la imagen del Cristo para coger un ramito de flores y pasar un pañuelo o una estampa por los pies del crucificado, objetos que guardarán para conseguir el amparo del Santo Cristo de la Misericordia.
Un convite de hermandad en el centro parroquial, ofrecido por las Mayordomas a los miembros de la cofradía, puso el punto final a la Fiesta del Cristo.